Anhela

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Anhelaba un suspiro.

Una risa.

Un testigo.

De su cruel martirio.

Pero no hay nada más .

Que un corazón destrozado y partido.

Lleno de lágrimas, sufrimiento y recuerdos vacíos.

Demasiadas cosas rotas.

Muertas y arrancadas.

Juntas y sin ser lloradas.

Se alimentaban hasta los huesos del ser que las contenía.

Nada más que un suspiro ella anhelaba.

Pero ya era demasiado tarde.

Ya no estaba.

La muerte la había alcanzado.

Lo único que de ella había quedado.

Un suspiro.
Dulce , áspero y vacío.

Demasiado tarde.

La muerte ya había hecho su jugada.

La muy despiadada.

La había dejado sin nada.


La había dejado sin nada

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Palabras Del Corazón ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora