Capitulo 11

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Narra Madison:

Sentía que mi mundo se había hecho pedazos. Gracias a Dios que no perdí mi tiempo pensando en que podía ser la persona que podía estar a mi lado. Mientras caminaba sentía que mis fuerzas poco a poco se iban desapareciendo, lágrimas no paraban de caer sobre mis mejillas. Ojos hinchado ya tenía y el dolor de cabeza no se me iba. Con el nudo en la garganta y el hueco en mi estómago quede desplomada en el medio de la carretera, no tenía ni la menor idea de cómo llegué ahí, estaba fuera de tiempo. Solo quería en ese instante que un carro pasara y acabara con mi vida. El dolor que siento es de frustración, decepción de mi misma. Tenía ganas inmensas de gritar, mientras sentía que cada pedazo de mí cuerpo se destruía, comenzó a llover y justamente cuando miro hacia tras un carro se acercaba. No tuve en ningún momento la intenso de salirme del camino, solamente pensaba en quedarme ahí sentada esperando a que acabara con mi vida, de todos modos en algún momento iba a morir, pero desde lejos alguien me gritaba. No sabía exactamente que me decía, ni mucho menos quien era. Solamente me enfocaba en el auto, mientras decía en voz baja "perdóname mamá" cuando ya estaba a unos metros de mí, alguien me levanta, me toma del brazo y sale corriendo conmigo hacía el otro lado. Me levanté sin fuerzas, tanto, que cuando llegamos al otro lado tropecé cayendo encima de la persona. Sin todavía reaccionar, lo miro con mucha pena. Era James.

James: ¿Estás loca?- Dice gritándome con una voz preocupante. Yo me le quedé mirando. Tal vez esté pensando que soy una dramática, pero realmente sabrá lo qué siento cuando tenga que vivir un momento traumático y que tratando de superarlo por años en solo segundos te hagan recordarlo otra vez. Estuve minutos sin dirigirle la palabra, tratando de caer en tiempo. Estaba en totalmente ida, trataba de procesarlo.

Madison: Déjame en paz, me hubieras dejado ahí parada. Ni para dejarme ahí eres bueno.

James: Qué cosas dices, jamás te dejaría ahí y mucho menos cuando sé que estás jugando con tu vida. Tú mamá viene en camino.

Madison: ¿Qué?- Decía mientras buscaba la manera de pararme y huir.

James: Estas así por lo que ocurrido hace unos minutos, pero te juro Madison que no es lo que tú piensas. No sabía que hacer y llamé a tú mamá.

Madison: ¡QUE ME DEJES EN PAZ JAMES! ¿No lo entiendes?- Me paré y el sentado en el suelo me jala por el antebrazo. De rodillas caí frente a él, estaba sin fuerzas, estaba llorando sin parar. Justo en ese momento llega mi mamá. Mirándolo a los ojos comencé a darle en el pecho sin parar, cada vez eran más fuerte los golpes, porque sentía hacerlo. Mamá se bajó del auto y trató de aguantarme. Lloré con más fuerzas, hasta que James con un abrazo logró calmarme, pero yo trataba de escaparme de sus brazos. Mi desespero fue tanto, que mamá me montó al auto a la fuerza y me llevo a un internado para jóvenes. Allí seguía como loca y cuando la enfermera fue a tocarme yo la empujé, cualquiera que me tocara sentía que me estaba atacando. Me amarraron en una camilla y me pusieron un tranquilizante. Escuchaba como James le explicaba sin saber que ocurría a mamá. Mamá trato de explicarle a James del por que estaba así, el solo comenzó a dar puños a la pared y yo solo veía todo borroso. Minutos después desperté. Estaba en un cuarto totalmente vacío. Alado mío había otra cama, yo estaba acostada. En eso una enfermera entra.

Enfermera: Estas mejor?- Dice mientras chequeaba que todo estuviera bien.

Madison: Que hago aquí?- decía mientras me tocaba la cabeza, tenía mucho dolor de cabeza.

Enfermera: no recuerdas nada?- dijo confusa. Yo solo me quedé callada, no quería hablar- Estas en un centro de ayuda para jóvenes. Aquí hay más jovencitas como tú. Arriba están los chicos y las chicas están aquí. Aquí te ayudaremos mentalmente. Tendrás muchas visitas al psicólogo y al doctor ya que estas enferma. Solo tendrás comunicación con tus padres a las 6:00 p.m. no permitimos celulares y cosas que provoquen hacerte daño. Aquí estarás hasta que el psicólogo crea que estas bien para salir- Dios ¿pero que es esto? que hago aquí metida, pensé.

Madison: ¿Y por que estoy aquí?

Enfermera: Has tenido un descontrol emocional- Realmente no recuerdo casi nada. Como no quise hablar más nada la enfermera se fue. Unos minutos más tarde quise saber donde estaba. Me paré de la cama y había una bolsa que para mi sorpresa eran mis pertenencias. Había un abrigo, unas chanclas, dos pijamas, un jabón, un shampoo y acondicionador. También había una frisa, cepillo de dientes y ropa interior. Yo tenía una bata de hospital puesta, así que tomé la pijama que había ahí y me la puse. Salí afuera y lo primero que veo son muchas puertas en el pasillo, eran más cuartos. Seguí caminando y veo un pequeño cuarto con un cristal que me permitía ver que había más chicas. Me dirigí hacía las enfermeras y pregunté si había agua. Ellas me dan un vasito de agua y mirando el cuartito lleno de chicas una de ellas me hace señas para que vaya con ellas. Yo un poco tímida voy hacía allá.

Mi gran destino[Editando por nuv. versión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora