Estaba en la mesa cenando pensando en todo lo que ha pasado desde que llegué aquí. Cada persona tiene un lado oscuro que nadie a podido ver. Es impactante ver y oír como luchan cada día chicas de 13 a 18 años. Tan corta edad y tan dura vida que les ha tocado. Me he olvidado por un momento de mis problemas y me distraen el de los demás, por que es que no se comparan con los míos. Apenas dos días y siento que mi lugar es estar aquí y no por que me guste, si no que mis palabras se que ayudan a los demás. Se siente bien saber que cada vez que les hablas puedas ser su pañuelo de lágrimas. Siento que aquí es donde voy a superar mis miedos y a comprender más la vida. Siempre vi la vida complicada, pero jamás una pesadilla. Estaba dándole vueltas al espagueti con el tenedor y comencé a sentirme rara. Miré hacía al frente y el televisor comenzó a dar vueltas. No sé que me ocurría, lo único que se es que estaba realmente mareada.
Keila: Madi, Madi vamos a jugar cartas uno cuando termines de comer ¿quien más quiere jugar?- Yo la miré y se veía doble.
Madison: Keila, ayúdame- Dije sin fuerzas, la sostuve del brazo y vi todo negro. Comencé a escuchar ruidos de las maquinas del hospital, abrí los ojos un poco pero la luz que estaba encima de mí me lo impedía. Volví a intentarlo y vi que James estaba dormido en el pequeño sofá cama que había junto a la ventana. Me molestaba la luz, así que no me quedó más opción. Cerré los ojos y me quedé dormida.
James: Madison, por favor, despierta. Necesito decirte muchas cosas- Estaba escuchando esas palabras bien lejos. Estaba tan cansada. Poco a poco el aumento de la voz fue siendo a un tono real.
Madison: Me molesta la luz- Dije débil y con los ojos cerrados sin aún saber quien era el que me estaba hablando. Unos segundos después pude ver con más facilidad, habían apagado la luz dejando una lámpara encendida. Los fui abriendo poco a poco.
James: Que rico se siente tenerte de vuelta- No entendía del por que el me hablaba como si hubiera vuelto de la muerte, estoy tan perdida.
Madison: Sucedió algo? por que estoy aquí?- Dije tratando de acostumbrar mi vista a la luz.
James: Te desmayaste en el lugar donde estabas, has estado así durante casi dos días- Dijo mientras me tocaba el pelo suavemente.
Madison: No te han dicho cual a sido la razón?- Dije preocupada, no quería que se enterara que estaba enferma.
James: Por que nunca me lo dijiste?- Mierda, ya lo sabe y no es que no quiera decirle, es que comenzará a cogerme pena, a cuidarme y odio que tomen por débil. Me tomará como si estuviera inválida y hará todo por mí, bueno, al menos eso pienso. Lo he visto tantas veces en las películas que pienso que me sucederá a mí.
Madison: Y mamá?- Quería cambiar el tema.
James: Se fue a comer con Sarah y Sebastian. No han querido irse de aquí desde que llegaste, yo los tuve que obligar y me quedé velándote.
Madison: Gracias por eso, en serio- Dije un poco apenada- Dime por favor que no volveré a Capestrano- Capestrano era el lugar donde estaba. En realidad quería volver por las chicas, pero no me gusta estar encerrada por tanto tiempo.
James: No lo sé, ojalá y no- Ya me sentía un poco incómoda. La ansiedad se quería apoderar de mí por lo que había pasado la última vez, pero yo tenía que ser fuerte, tenía que combatirlo, tenía que luchar contra mis demonios, tenía que escuchar su versión, tenía que saber bien las cosas antes de ponerme nuevamente histérica, yo tenía que superarlo. Así que respiré profundo y luché.
Madison: ¿Algo que me tengas que decir?- James que estaba con la cabeza abajo la levantó sin dudar un segundo para decirme un "Sí".
James: ¡Sí!- Y se acercó un poco más a mí. Yo comencé a temblar, pues claro, estoy luchando contra mis demonios. El se dio cuenta y me la sostuvo- No tengas miedo, no te haré nada, jamás lo haría.- Eso me alivió un poco la ansiedad, pero seguía ahí presente. Comencé a sudar- Si quieres espacio, solo dime que me iré al pasillo- Yo trataba de luchar, pero sentía que no podía. Era más fuerte que yo, así que tuve que pedirle un espacio. Antes de irse me dió un beso en la frente y una lágrima se me escapó. Quería gritar, pellizcarme e incluso jalarme por los pelos, pero luchaba contra eso. Una vez el se fue, comencé a llorar sin parar, sentía que me quedaba sin aire pero ahí estaba, luchando una vez más contra la ansiedad. Luego de unos minutos de tormentos Sarah entró sin provocar ruidos pensando que estaba dormida, pero cuando notó que estaba toda roja por el llanto solo se acercó rápido.
Sarah: Estas bien?- Dijo mientras soltaba si cartera en el sillón y se acercaba.
Madison: No puedo Sarah, no puedo. No soy lo suficiente fuerte, soy tan débil.- Mis lágrimas bajaban sin control. Sarah se acostó conmigo en la camilla. Dejó que llorara hasta derramar la última lágrima y ella sin decir palabra alguna. Solo me abrazaba y me tocaba. Cuando me calmé, terminé un poco débil, por que sí, la ansiedad es tan fuerte, que cuando se va, la debilidad se queda a cargo de ti.
Sarah: Estas mejor?- Dijo con voz suave.
Madison: Si, estoy un poco mejor, gracias- Me ardía la garganta de tanto llorar.
Sarah: Quieres hablar?- Lo más que me gustaba de Sarah es que, en tan poco tiempo de conocidas, siempre me daba mi espacio aunque ella estuviera presente. Dejaba que me manifestara y luego era turno de ella.
Madison: Traté de luchar contra mis demonios, pero me fue difícil. James quería hablar conmigo, pero no pude. Allí en Capestrano escuché muchas situaciones bastante fuertes que me hicieron cambiar en ciertos aspectos de la mentalidad. Pensé que uno de ellos era combatir mi trauma, pero es difícil, no es como abrir los ojos y ya estoy en la superación. No es tan fácil- Dije mientras la miraba.
Sarah: Se que no es fácil, pero no estas sola. Yo te ayudaré con eso, juntas saldremos de esta y muchas más- Pensé que me iba a dar un consejo bastante largo, pero esas palabras fueron más que suficiente para sentirme bien en esos momentos.
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Mi gran destino[Editando por nuv. versión]
RandomEn muchas ocasiones la vida te da sorpresas, entre ellas pueden ser de muy buen gusto pero otras te dañan hasta el alma. Yo tuve ambas, pero solo una gran sorpresa hizo que las heridas fueran sanadas. -------------------- AVISO: Perdonen los in...