Capitulo 18

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No saben que gran alivio siento yo en estos momentos. Es un poco difícil vivir con cancer, pero no imposible. Se que saldré de estas y muchas cosas más. A pesar de que estaba débil, por dentro estaba con la motivación de seguir luchando.

Mamá: Eres una bendición, un milagro, una luz en mi vida. Te amo tanto Madi, juntas saldremos de esta- Dijo dándome un beso en la frente. Que rico se siente tener a mamá de vuelta, donde me presta la atención necesaria y me da el amor que tanto necesitaba.

Madison: Gracias por todo mamá- Cerré los ojos por que quería llorar de alegría.

Narra Sarah

Estoy impaciente frente al cuarto de Madison. La doctora no avanza a salir y estoy caminando de lado a lado, ¿que estará ocurriendo? me da con comer cosas dulces cuando estoy en este estado. Así que fui directo a la maquina de dulces. Saqué un dólar en pesetas, pero del temblequeo que tenía en mis manos. Solo logré echar 75 centavos a la máquina, la otra peseta se me cayó para debajo de la máquina de café.

Sarah: ¡UGH MIERDA!- Le di una patada a la máquina de café. Respire profundo y me senté en el suelo, mirando la peseta que estaba justo en el medio entre la máquina de dulces y la máquina de café. Se me escapaban algunas lágrimas de preocupación, pero tenía que ser fuerte delante de Madison. En la espera de que saliera la doctora, Sebastián me hace la compañía al suelo. Yo de lo distraída que estaba mirando la peseta y pensando en Madison, ni me molesté en mirarlo.

Sebastián: ¿Estas bien?

Sarah: Si- Sebastián acerca su dedo en mi ojo y persigue con su dedo hacía donde estaba mirando.

Sebastián: ¿por que miras una peseta?- Dijo algo confundido.

Sarah: Tal vez por que es mía- Sebastián se paró y trató de cogerla, pero no pudo, estaba bastante lejos.

Sebastián: Toma, te regalo una- Decía mientras sacaba una de su bolsillo. Yo lo miré y la cogí, los dulces me calmaban bastante y no podía dejar pasar la oportunidad. Me paré y fui a la máquina. Unos skittles eran suficientes.

Sarah: Gracias, me calma el alma- Dije mientras trataba de abrir el bolso- Quieres?- Solo quería que dijera que no.

Sebastián: No gracias- Que alivio, en serio. Solo ofrezco por no ser una chica sin educación- Oye sarah, todo estará bien. Mi hermana es fuerte.

Sarah: Lo sé, solo me desespera saber que ella esta sufriendo demasiado y yo no pueda hacer mucho. Me esfuerzo por ser fuerte, en serio. Yo la aprecio y la quiero demasiado- Por cada palabra me metía un skittle a la boca.

Sebastián: Si lo sé, se nota tú esfuerzo. Gracias por eso- Luego me miró raro- Oye, dale suave o tú serás la próxima en una camilla y tú tono de piel a lo Barney- Yo quise reírme pero no podía por tanto dulces en mi boca.

Sarah: Gracias, en serio, tú hermana me preocupa mucho.

Sebastián: Si mi hermana te ve como estas ahora, lo más seguro te regaña- Dijo riéndose.

Sarah: Lo sé- En eso la doctora sale y yo me le acerco sin dudarlo- Estará bien doctora?

Doctora: Si, confía, es una chica increíble- Dijo segura. Eso me alivio muchísimo, me curó esta el alma.

Sebastián: Te lo dije.

Narra Madison

Entró a la habitación Sebastián y Sarah. Me estuvo un poco extraño que James no hubiera entrado, pero creo que así era mejor. Estuvimos hablando de muchas cosas, riéndonos y siempre me trataron de distraer. En especial, mamá. Llegó la noche y realmente estaba súper agotada, así que mamá se fue junto con Sarah y Sebastián se quedó conmigo.

Sebastián: Que te han dicho?- Yo con los ojos cerrados le expliqué un poco, pero me quedé dormida.

Mi gran destino[Editando por nuv. versión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora