𝐜𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐮𝐧𝐨 ━ 𝒕𝒉𝒆 𝒍𝒆𝒕𝒕𝒆𝒓 .

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𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐎 ━ 𝓵𝓪 𝓬𝓪𝓻𝓽𝓪.

        La mañana del 12 de Julio, una chica pelirroja corría por toda su casa, Arianna es su nombre, Arianna Smith

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        La mañana del 12 de Julio, una chica pelirroja corría por toda su casa, Arianna es su nombre, Arianna Smith. La hasta ahora última chica en el largo y puro linaje de sangre en la familia Smith.

La razón por la que la pequeña de 11 años andaba de carrera por su casa —The Smith's Manor —, era la llegada de su carta de Hogwarts. Arianna se emocionó bastante al ver el escudo de Hogwarts que poseía un león, una serpiente, un águila y un tejón— como sello, buscaba a sus padres para poder abrirla juntos, y que estos se sintieran orgullosos de la pequeña Smith. Afortunadamente los encontró; estaban en la sala junto a Lily, su hermana; adoptiva, pero hermana al fin y al cabo; Los adultos ni siquiera se percataron de la llegada de su hija biológica, ya que, se encontraban bastante ocupados mimando a Lily Evans, el que la chica fuera "Sangre Sucia" les importo en lo más mínimo, quisieron cuidarla y protegerla como si de hija propia se tratase; cuando Lily llegó a sus manos, estaba bastante desnutrida y triste, Sus padres y hermana —Biológicos —la trataban bastante mal, pues mostraba indicios de magia y muchas personas solo la trataban con asco y algunos hasta miedo le tenían. En resumen, la creían un monstruo.

Arianna al verlos se sintió triste, sus padres no le prestaban la atención que ella creía merecer, pero los amaba sin importar nada; eran sus padres ¿No?; con Lily era otro cuento, ambas eran bastante parecidas —Físicamente—, ambas pelirrojas, pero Arianna, como toda Smith tenía los ojos verdes esmeralda; soñadores y brillantes. Esta familia era reconocida fácilmente con solo mirarles los ojos, en cambio Lily tenía los verdes azulados. No se llevaban muy bien, por el hecho de que Evans, se aprovechaba un poco al ser "La favorita" de los padres de ambas niñas, constantemente molestaba a Arianna, ¿Por qué? Ni la menor idea, tal vez por gusto, tal vez por envidia, creo que eso Arianna nunca lo sabría.

Pero ahora nada de esto era de real importancia, el ambiente se tensó en cuanto Arianna pronunció con una reluciente sonrisa:

—Madre, Padre ¿Adivinen que? —. Dijo Arianna con una expresión risueña; digno de una niña; realmente adorable.

—¿Y ahora qué quieres, Arianna?, Además, ¿Qué te he enseñado de modales?, Toca la puerta antes de entrar a una habitación ¡ocupada! —Contestó Uziel Smith, el padre de la pequeña ojiverde, un hombre de pelo castaño oscuro, joven, 29 años de edad —¿Qué no tuviste suficiente, ya? —Gritó, exasperado.

—Lo siento, Padre. Lo siento, Madre. Lo siento, Evans —. Contestó la pequeña cabizbaja, aunque rápidamente se recompuso —, Es que ya ha llegado mi carta de Hogwarts, y me hizo mucha ilusión, que pudiéramos abrirla juntos —. Contestó nuevamente sonriendo, grave error.

La adulta, que yacía recostada en el sillón se levantó riéndose a carcajadas; llenas de sarcasmo.

—¿Tú que crees? ¿Qué somos, elfos domésticos? —Dijo la pelirroja mayor, con cabello rojo fuego y bastante de joven 28 años. La pequeña Arianna no fue una hija concebida, con planificación. Ella fue una sorpresa, una linda sorpresa. Lástima que sus, padres no supieron apreciarla.

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