"Entre tú y yo" 2Dle- One-Shorts

One-short 8°

Noodle: 28 años
2D: 34 años

Atención: está historia estará muy triste para los fans (modo sad activado :'v)

Narra 2D:

Ella estaba a mi lado, durmiendo, descansando de una gran jornada de trabajo. Eran las 11 de la noche, y yo acariciaba sus mechones oscuros bajo la tenue luz de la lámpara de mesa y el ruido proveniente de fuera por la ruidosa tormenta. Su cabello era suave, sus ojos cerrados y sus labios me hacian querer besarla, pero yo solo admiraba su belleza.

Nuestro matrimonio iba a la perfección, sin ningún problema. Nos comprometimos hace dos años, cuando ella tenía 26 años y yo 32. Decían que ella era muy joven para mí, y yo muy mayor para ella pero no nos importaba, llevamos conociendonos ya 13 años cuando ella apenas cumplió los 15 años.

Me había enamorado de ella inesperadamente. Era mi mejor amiga, la que me entendía y escuchaba cada vez que me sentía solo.

Recuerdo cuando ella me dijo que yo fui su primer beso. Le pedí ser mi novia cuando ella tenía 18 años. Le di el beso cuando salimos en una cita al cumplir los dos meses.

Todo de ella me encantaba; su voz, su dulce personalidad, su hermoso cuerpo... Aunque ella es asiática y yo británico, me hacía más curiosa su personalidad. Me cautivaba su cultura, su diferente pensamiento.

Me puse a recordar todo esto solo en una noche, mientras la miraba y acariciaba.

Queríamos ambos tener un hermoso hijo, hacer una familia. Pero el tiempo era escaso, el trabajo de ambos impedía vernos y tener una noche única.

Un día inesperado, creyendo que entre los dos no habría problemas, ella se enojó, pues sin saber la razón la habían corrido del trabajo. Se sentía terrible, pensaba que nuestro futuro se acabaría sin poder llevar dinero a casa. Yo la tranquilisé, aún tenía mi trabajo y con eso pagaríamos los gastos de ambos.

Con más libertad ella estaba todo el tiempo en casa. Yo llegaba más temprano del trabajo y ella me esperaba anciosa con la cena. Una noche fue perfecta para ambos. Noodle por fin quedó embarazada. Los dos estábamos felices, pues nuestro deseo se haría realidad.

Ella se me acercó, con un gran ánimo de una madre, me besó suavemente los labios y yo la abracé fuertemente.

Meses después ella dió a luz a un hermoso niño. Lo llamamos David Pot, como mi padre, el cual estaba muy feliz.

Nos esforzamos en cuidar a nuestro pequeño. Yo trabajaba más y ella atendiendo deberes en casa y al niño. Pero sin darnos cuenta nuestra energía se apagaba. Ya no la veía por las noches, estaba cansada al igual que yo.

Un día, ella se sentía muy mal de salud. Cuando la lleve a un hospital me dijeron que ella tenía un cáncer, que era demasiado tarde para controlarlo. Eso me partía el alma. Falté al trabajo varios días por atenderla y atender a mi hijo. En estos momentos no la dejaria sola, quería estar con ella en los últimos momentos.

-No me dejes Noodle, no ahora. Piensa en tu hijo, en nuestro futuro juntos- le dije mientras la miraba recostada en la cama cansada

-Siempre lo pensé Tochi, pero la vida me dió una mala jugada. Quiero que cuides de David, que no te vea sufrir- mis lágrimas escaparon de mis ojos. Ella las limpió con su suave mano

-Te amo Noodle, siempre lo hice y siempre lo haré- le dije mientras la besaba

-Yo también Tochi, te amo- la abracé mientras ambos llorabamos

El día más triste de mi vida llegó. Noodle falleció tres días después. Mi corazón estaba en pedazos. Mientras cargaba a David en brazos con tan solo 7 meses, mirábamos la tumba de su madre. Yo no paraba de llorar

-¿Estás seguro de que puedes cuidar tú solo a David?- me preguntó el Sr. Kyuzo, el padre de Noodle

-Si señor. Yo haré cualquier cosa por él, se lo prometí a Noodle- le hablé serio y claro

Y haci fue como me mudé a Londres a criar a mi hijo, solo. Con un gran recuerdo y pensamiento de la que siempre fue el amor de mi vida...