Mi pequeño demonio

Tormentosa confrontación

- No! Definitivamente nos iremos ahora - gruñi molesto. - esto no fue lo que acordamos pequeña, y no pienso tolerar a ese "tonto" revoloteando a tu alrededor. Nos vamos!- sentencie

- uwawa.. espera por favor.. no es lo que piensas.. - con ojos de cachorro, Sumire intentaba hacerme cambiar de parecer.

- ¿y que es lo que pienso? Por que...- hice una pequeña pausa. - por lo que vi, el tiene intenciones que.. no son muy puras que digamos en su oficio- respondí con brusquedad.

- ¿eh? N-no te comprendo..-

- Joder! ¿Acaso debo explicarlo con peras y manzanas? ¿enserio? - doy mi palabra que intente mantener la calma pero es que realmente sentía que la situación me superaba y en cualquier momento perdería los estribos.
- Solo vamonos-

- ¿ Adonde crees que te llevas a mi futura prometida zorro pulgoso ? - se escuchó la voz de un joven.

Oh no, esperaba haber escuchado mal, acaso ese idiota, osaba llamarme.. ¿pulgoso? Y ... esperen... ¿prometida?.

-Sobre mi zorruno cadáver 'ttebasa!- aúlle mas que embravecido.

- Eso puede arreglarse - se jacto Kagura, si, y aunque parezca extraño o por lo menos para mí, resultó ser que Kagura no era ninguna amiga de mi pequeña, osea, mirenlo bien, ahí parado todo prepotente, balbuceando solo incoherencias, solo tratando de hacerme ver mal frente a mi niña..
- Estúpido humano..- escupí con rabia acumulada. Le daría una lección y luego nos marchariamos, ¿que podría salir mal? Solo.. le enseñaría a respetar lo ajeno, solo.. defendería lo que es mío.

-N-no..- se oyó un sollozo - no peleen..-

- Pero que dices, si fue él quien comenzó la...-

- ¿Sumire-chan, acaso estas..? - aprovechando mi estado de confusión el muy atrevido de Kagura, corrió en su auxilio, si podemos llamarlo de ese modo. - No llores, no lo haremos, por eso no llores..-
Vi como la intento calmarla dándole un fuerte abrazo, y eso me molesto hasta puntos inimaginables , ¿quién se creía? Volviendo a la realidad, sacudí mi cabeza y fui al encuentro de mi violeta.

- Hey! Quita tus sucias manos de ahí!!- advertí, ese tipo no me agradaba para nada - ella es mía así que aléjate! Tu, que pareces perro en celo- señale con mi dedo índice contrayendo mi nariz para darle mayor énfasis a mi declaración.

-¿pero que demo..? Tu te lo buscaste pulgoso! - me respondió molesto - Lo mejor será que lo decida ella.. quien cree que es mejor..- giro su rostro para mirarla - Sumire-chan elije-

- No tiene nada por que elegir, ella ya me tiene, tenemos un contrato- grite mientras levantaba parte de su blusa para que el tonto de Kagura pudiera convencerse de una vez que, no importa las artimañas que use, nada ni nadie podría separarme de Sumire.
- ¿Ahora lo vez? Ella no...- pero que estúpido, por culpa de mi arrebato de celos ahora... - Idiota!!! No la mires así!!- volví a rugir, si despertaba aun mas interés en el, seria por mi propia culpa, rápidamente cubrí a mi pequeña detrás mio, dispuesto a pelear por lo que me pertenece. Solo hacia falta una señal, un pequeño indicio y acabaría con el terco de..