Mandarinas

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Hola a todos en esta bella noche de 23, hoy vengo con un fluff 2Jae. Quería algo sad pero esta saliendo mas largo de lo que esperaba, así que, queda para la próxima, sin más, espero les guste...

El bello cielo nocturno daba una vista espectacular, las estrellas brillantes y la hermosa luna llena era lo que más resaltaba, mostrando su belleza única e inigualable. Era 24 de Diciembre, la emoción de pasar otra navidad juntos era algo indescriptible, sobretodo, que Jackson viajó hasta Japón junto a sus padres para pasar las siete familias juntas, aun teniendo una presentación al día siguiente. JaeBum pensaba en todo lo que han vivido este año, los buenos y malos momentos, sin importar, se mantuvieron juntos y fueron felices, aun ante toda dificultad.

Después de pasar un ambiente agradable con sus familias, del bullicio y risas amenas tuvieron que ordenar todo para su presentación, arreglando lo justo y necesario para el día de navidad, a excepción, de BamBam que preparo cuatro estilos diferentes para ver cual le combinaba mejor. 

— Hyung—  ese llamado lo saco de su trance. La hermosa brisa de Diciembre le recordaba lo reconfortante de la época, el pequeño balcón del hotel en el que se hospedaban le permitía disfrutar de ese ambiente, unos brazos no tan largos envolviéndolo, el calor que transmitía ese peso extra en su espalda y el dulce olor a shampoo de coco de cierto peli-negro le llenaba de alegría —¿Qué ocurre? cariño— sonrió al sentir como el agarre se hacia mas fuerte. Le encantaba ser tierno con YoungJae, era una faceta que solo la nutria tenia el honor de conocer, ya que, solo lo es con las mamás de los demás miembros, sobretodo, con su mamá y  la de BamBam.

—Hace mucho frió, así que, pensé que debía darte un poco de calor—  respondió el peli-azabache apoyando su cabeza en el hombre del castaño, esperaron un momento pero de la nada YoungJae estornudo, haciendo reír al mayor que deshizo levemente el agarre para girarse y tomar dulcemente su carita — Al parecer solo te contagiaras un resfriado—    

—No sera así—  refuto volviendo a estornudar, JB sonrió de nuevo, apretando los hermosos cachetes de su novio. Realmente amaba pasar estos momentos juntos, aun conociendo que tenían que trabajar al día siguiente — Hy-yung, mis cachetes — el mayor apretaba más fuerte las mejillas sonrojadas del solecito que no dejaba de hacer pucheritos — YoungJae— 

— Hy...—   

— Te dije que me llamaras por mi nombre—

— Ja-aeBumi-ie—  el menor no sabia si tartamudeaba por el frió o por los nervios. Hace dos comeback, JB decidió declararse, haciéndolo realmente feliz. Una relación que fue aceptada sin problemas por sus padres y sus amigos, una relación que ha dejado ver el lado más dulce del mandón y serio líder—Dime, bebe— con solo esas palabras la sangre se le subía a las mejillas, el mayor no era consciente de todas las cosas que ocasionaba en él, de las mariposas y Cocos que se movían locamente en su estomago, del aíre que le faltaba con solo tenerlo cerca y la alegría que le causaba con solo sonreír —Deberíamos estar descansando, mañana tenemos concierto— rompió el ambiente con solo ese comentario, JB apretó aún mas sus mejillas 

—¡YoungJae! ¡es navidad! Deberíamos estar en pijama comiendo comida recalentada y viendo dibujos animados en la televisión. No me recuerdes que debemos trabajar mañana—

— No quería, y-yo...—  el mayor sonrió haciendo notaria su falsa molestia — quiero aprovechar este momento— con eso, el menor se separo de él, tomando tímidamente su mano y comenzando a caminar dentro de su cuarto de hotel. Japón era un lugar agradable para pasar esas fiestas y agradecían mucho poder tener a su familia a su lado, aunque ahora, solo eran ellos dos ya que sus padres se hospedaron en un lugar diferente.

YoungJae condujo a JB a la cama compartida que, por alguna extraña razón, estaba llena de mandas y sabanas. Abrió la pequeña nevera para sacar ¿Unas mandarinas?

— YoungJae ¿Que sucede?— 

— Una vez, en las clases de coreano, dijiste que querías pasar navidad envuelto en mantas con esa persona especial comiendo mandarinas—  respondía, acomodando las mantas sobre JaeBum, entregándole unas mandarinas mientras se sentaba entre sus piernas, quitandole una mandarina de sus manos para pelarla ante su atenta mirada —¿en serio recordaste eso?— el menor solo asentía como respuestas, comiendo el primer gajo y entregándole el segundo a su novio 

— ¿Que sucede? ¿No te gusta la idea?—  pregunto preocupado el azabache al ver que su hyung no procesaba. JaeBum solo lo miró, recordando lo mucho que quería pasarla así con él y la felicidad tan grande que tiene en estos momentos. Sonrió, comiéndose el gajo y pasando sus brazos por la cintura del menor para apoyar su cabeza sobre la ajena —Es la mejor del mundo. Gracias por todo, YoungJae— con esas palabras, pasaron aquella madrugada del 25 juntos, envueltos en mantas mientras comían mandarinas.

La cosita más cursi que he escrito, realmente quería que fuese así. Espero les guste, les deseo feliz víspera de navidad~

One-shot Got7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora