Naughty boy

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Hola de nuevo aquí con ustedes. Amo intensamente la amistad que estos dos mostraron en la era Lullaby, fue tan puro, se notaba que se extrañaba y quieren muchísimo ¡Son unos bebes! de nuevo, me disculpo si los bebitos de Pentagon me salen un poco OCC. Este es un fic un tanto diferente, mas que aparte de ser un AU, es mi teoría de esta canción que me gusta mucho, sin mas el fic~

—¡KINO!— Grito en unison un grupo de chicos que eran perseguidos por ranas en el instituto. Hace unos meses ingreso un chico que vive en el campo, bastante travieso, amaba demasiado las ranas y hacerle bromas a sus nuevos compañeros. Kino, como solían llamarle no le gustaba su nueva escuela pero con solo 16 años no podía exigirle a sus padres que lo cambiaran

Hyuna y E'dwam eran una pareja bastante amorosa, ambos con una vida tranquila en el campo. Casualmente, caminando a la ciudad por unos víveres descubrieron que había un instituto cerca de su casa, sin mas, no dudaron en ningún momento en inscribir a su hijo en ella. Ahora, sabían la razón por la que Kino estaba allí.

Amaba a sus padres y sabia que estaba allí por su bien, no obstante, no soportaba a esos chicos creídos y desagradables que tenia de compañeros. Si, el instituto era solo de chicos. Lo mejor era que podía bromear sin problemas, aprovechaba que en el patio de esa escuela tenian un criadero de ranas para ingresarlas al instituto y molestar a sus compañeros, eso si, asegurando que al terminar sus bromas las regresaría a su hogar.

Ahora, acomodaba su sedoso cabello rojo, agradecido con su mamá de haberle regalado un poco de su tinte y recogía las ranas que hace unos momentos asustaron a sus molestos compañeros. En un pequeño balde las cargaba para regresarlas y cumplir con otro día de travesuras

—Oye— escucho a lo lejos, intentando ignorar acomodando a sus amigas —Te estoy hablando— se giro al escuchar por segunda vez una voz chillona. Encontrándose con un chico bastante alto, de contextura media, con su uniforme un tanto bien acomodado, azabache y un curioso lunar en su ojo que logro llamarle la atención.

—¿Que quieres?—

—¿No crees que le estas haciendo daño a esas ranitas sacándolas todos los días?— Kino quedo extrañado, siguió colocando las ranas en su hogar sin prestarle atención al peli-negro

—¿Crees que tu mamá estaría contenta que le hicieras eso a las ranas?— se levanto de golpe para enfrentar al chico alto, con una mirada retadora y acomodando su mojado uniforme se acerco a este sin obtener una reacción molesta —No lo digo como ofensa, es mas bien, para que seas consciente que no estas haciendo bien— sonrió, antes de alborotar los cabellos al mas bajo e irse por donde vino, dejando en shock al joven rojizo.

Kino era inquieto y decidido, hablo con su mamá y después del gran regaño que recibió se dio cuenta que el desconocido chico tenia razón, ahora, por algún extraño motivo quería ser su amigo. Realmente admira la gente que es sincera y sobretodo protege las ranas porque a él le encantan las ranas. Su cuento favorito es algo extravagante, sobre un renacuajo que pasea con su chupa de boda y su pantalón azul, un cuento extranjero que consiguió buscando en la librería mas cercana a su casa. 

Busco con la mirada al chico en la entrada, muchos le temían, sabían que si llegasen a molestarlo él se vengaría de una forma divertida. Visualizo esa cabellera sedosa y el coqueto lunar del ojo, con ello, se acerco a su objetivo —H-HOLA— grito casi apenado sorprendiendo al alto chico, gracias a Dios llego solo, sino estuviera muriendo de vergüenza en ese momento.

—Hola ¿Vienes a hacerme alguna broma?— rió tierno, sonrojando por alguna extraña razón al chico

—¡No! vengo a agradecerte. Tenias razón, estaba lastimando a las ranitas— 

One-shot Got7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora