Prólogo

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—Su tenue luz le sirvió para darse cuenta de que allí, no se encontraba nadie más que ella y su compañero, el oso Bernie. -





         —Giiiiiiiiii (sonido de puerta al abrirse)

         —¿Mamá?, ¿eres tú? —Preguntó con voz somnolienta, mientras extendía su mano para encender la luz.

         —¡NO LA ENCIENDAS!


         Una voz gruesa y sombría proveniente de la oscuridad, hizo que la niña diera un salto y rápidamente se escondiese bajo sus sabanas. Como si de una manta de invisibilidad se tratase; se quedó allí, inmóvil hasta que sea lo que fuese eso que le hablaba, desapareciera.
Unos pasos se oyeron aproximarse y los minutos siguientes se le hicieron eternos y silenciosos. Ella, aunque asustada, decidió sacar rápidamente su mano de entre las sabanas y extenderla hacia una su lámpara con diseño de jirafa ubicada en una mesita de noche al lado izquierdo de su cama.
         Su tenue luz le sirvió para darse cuenta de que allí no se encontraba nadie más que ella y su compañero, el oso Bernie. Aliviada, aunque nerviosa al mismo tiempo, abrazo fuertemente a su amigo y se dispuso dormir dejando encendida su luz de noche. Un suave susurro hizo que abriera sus ojos, y vio algo que le heló la sangre.
Una gran sombra oscura cubría gran parte del techo que se encontraba sobre su cama, un pálido y delgado rostro se extendió hacia ella mientras que sonriendo le susurro.


         —Buenas noches Idara.


         La niña, sumida en el miedo y la desesperación, dejo escapar un grito con todas sus fuerzas. Las luces de la casa se encendieron completamente y unos pasos se aproximaron rápidamente hacia donde ella se encontraba. La puerta de su habitación se abrió y la lámpara del techo ilumino todo el lugar.
         Su preocupada madre, había entrado en el cuarto para ver que estaba ocurriendo.

         —Volví a verlo mama, volví a verlo —repetía entre llantos —estaba en el techo y sabia mi nombre
         —Tranquila mi amor —su madre preocupada la abrazo, mientras acariciaba su cabello

         —Solo fue otra de tus pesadillas.


AdriennaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora