II

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La mañana siguiente del "suceso" Nitori despertó con los ojos hinchados, había pasado casi toda la noche llorando y abrazando una almohada, aún no le cabía en la cabeza lo que había ocurrido, parecía una pesadilla.

Al intentar pararse de la cama sintió una fuerte punzada en su espalda baja. Le dolía mucho y era entendible. Meter algo por allí tan bruscamente y sin siquiera lubricante efectivamente dolería. No podía caminar bien por lo que tuvo que faltar a su entrenamiento individual para la competencia ese sábado. Estuvo todo el día pensando en Rin, en lo indefenso y asustado que se sintió y a la vez en las raras, pero de alguna manera placenteras sensaciones que solo había leído en fanfics. Y lo peor era que aun sentía como ardía cada parte de su cuerpo que fue tocada por él.

El peli grisáceo más allá de estar triste estaba confundido. No sabía que hacer respecto a sí ni a él. Realmente le gustaba mucho el pelirrojo pero no le cabía todavía en la cabeza como pudo llegar a ser tan cruel.

Y entonces luego de pensar tanto recordó que no había leído la caja de pastillas que le dio. Se levanto corriendo (como pudo) de la cama y fue rápido por el empaque.

Efectos secundarios (reacciones alérgicas entre otras cosas): bla, bla, bla... si se encuentra bajo los efectos del alcohol o drogas en muy pocos casos puede llegar a producir sudoración, mala vista o reducción temporal de esta, paranoia y en casos extremos excitación.

Y si, allí estaba la desagradable consecuencia, Rin no era del todo culpable, fue en parte la medicina, aunque eso no implica que haya sido una violación, pero justo esa era la parte que Nitori quería borrar.

Dos semanas habían pasado y el mayor no solía frecuentar muy seguido la habitación, ni siquiera dormía ahí algunas noches y mucho menos le dirigía la palabra al ojiazul. Este menos iba a hablar.

Al cabo de tres semanas ya el campeonato había pasado, había quedado en segundo lugar y ya todo volvía a ser técnicamente normal. O claro, menos el hecho de que Rin no había asistido y ahora estaba ausente en la vida del menor.

Por parte de Rin las cosas no eran tan diferentes. Al salir de la habitación esa noche de inmediato salió de la Academia y se la pasó deambulando por las calles de Iwatobi sin saber qué hacer. Cuando llegó al parque local lo primero que hizo fue acostarse en la primera banca que encontró tapándose el rostro con el antebrazo.

- ¿Pero qué diablos sucede conmigo? - exclamó a la nada con rabia y frustración. No le cabía en la cabeza lo que acababa de hacer.

Lágrimas empezaron a salir de sus ojos a la vez que con las dos manos en su cabello empezó a tirar de ellos desesperadamente, en busca más que todo de un tipo de castigo por haber hecho lo que hizo.

¿Cómo podía haber hecho eso bajo su consentimiento? ¿En qué momento se volvió una persona tan fácil de excitar? ¿Por qué no se detuvo? ¿Qué rayos le hizo pensar que en serio era un sueño? ¿De qué manera pensaba arreglar las cosas ahora? ¿Había mandado todo a la mierda? ¿Qué pensará ahora Nitori de él? ¿Qué estaría pensando Nitori ahora? ¿Qué estaría sintiendo Nitori?

Estaba lleno de preguntas, pero sin respuestas coherentes. Su mente lo estaba emboscando y acorralando sin que él pudiera hacer nada. Su respiración era frenética cuando se sentó en la banca y ocultó la cabeza entre sus piernas, empezando a soltar sollozos bajos los cuales al pasar el tiempo subían de tono.

Negaba una y otra vez, sacudiendo la cabeza, tratando de borrar las expresiones de miedo y tristeza del menor de su mente sabiendo que él las causó; más no podía, todo estaba grabado allí, y no podía hacer nada al respecto.

Terminó durmiéndose en esa solitaria banca hasta que a primera hora de la mañana la gente que limpiaba el parque lo despertó con el ruido que hacían.

El Mejor Error (Rintori) // Free! // (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora