SAVIOR «Narry»

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Un par de días después, tal como había dicho Liam, le habían llamado desde el supermercado, no había sido él personalmente pero había sido una de las trabajadoras del lugar la que lo había hecho.

Comenzaba en tres días pero lo habían citado un día antes por la tarde para darle unas pequeñas instrucciones de cómo usar más eficazmente la caja registradora entre otras cosas.

Después de colgar la llamada no pudo evitar saltar de emoción, ya tenía un trabajo y mucho antes de que el dinero comenzará a escasear, ahora podía darse el pequeño lujo de comprar un par de cosas más como sábanas nuevas y algún sartén, hasta ahora había tomado prestados los de una vieja ancianita que era su vecina, le había dicho que ella nunca cocinaba ya que sus nietos e hijos le llevaban comida diariamente y que él podía usarlos cuánto quisiera pero Niall no quería aprovecharse de su amabilidad.

Miró a su alrededor, si en algún momento le hubieran dicho que tendría que vivir en ese departamento no lo hubiera creído. A pesar de que había cambiado los focos de la iluminación por unos blancos el lugar seguía viéndose opaco.

También había comprado muchos productos de limpieza y había estado limpiando el baño, el cual ahora estaba completamente desinfectado y limpio, y también había limpiado la mugre de la cocina que había en la estufa y el refrigerador. Ese trabajo le había tomado casi toda la tarde y un dolor de espalda, pero estaba completamente satisfecho.

Ahora que contaba con un poco más de recursos monetarios podría comprar otras cuantas cosas en las que había pensado como tal vez un poco de pintura blanca para darle más luz al lugar y percianas para las ventanas, que hasta ahora sólo las había cubierto con unos de sus suéteres más anchos.

Después de dar un par de saltos de felicidad observo la tarjeta de presentación que su hermana le había dado aquel día y sonrió, estaba saliendo adelante sin ayuda de un dom que probablemente detrás de su pinta de querer ayudar estaba algo oscuro con fines de lucro o algo peor.

Ahora solo esperaba de verdad acostumbrarse al empleo y ser bueno en él, necesitaba eso.

Y además, el tal Liam Payne se veía de verdad como un buen hombre, un buen dom.

Tenía a distintos conocidos que habían encontrado a su dom y todos decían que era magnífico, eran sums tratados como si estuvieran hechos de oro, y eso era lo que Niall quería para él.

A pesar de, hasta ahora, conocer tan solo a dom iguales a su padre–fríos, calculadores e interesados–no había perdido la esperanza de encontrar alguno que le hiciera sentir especial, tal como esas personas le habían contado alguna vez.