Operación Navidad

Parte sin título 4

Este capitulo me quedo muy largo, espero les guste.

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-qué esperas? sube, anda!

-...mmm...T-T

Los ojos del pequeño bicho se aguaron, el nene coloco las manos en la fría barra de metal y miró arriba, el vertigo no tardo en apoderarse de su persona, soltó la escalera y corrió a esconderse tras los canes.

-No! me dan miedo las alturas!

Lloriqueo el pequeño mientras se escondía bajo las piernas de Alfa, Mystoria miró enojado a su amiguito, pero ni su ceño fruncido logro que el nene saliera de su escondite.

-Andale!

-No!...me da miedo!

-eres un llorón!

-mmmm!

-dame aca, yo ire!

El pequeño cubito le quito el tendedero, que habían descolgado minutos atraz, tenían planeado poner otra trampa, pero esta en el techo. Mystoria sujeto la soga y se la acomodo en el hombro, comenzó a subir, despacio, girándose cada tanto para reprender a su amiguito. Ecarlate le escuchaba muy apenado, jugaba con sus deditos mientras controlaba el llanto, no le gustaba que su compañero se enojara con él.

-lo...snif...lo siento...snif...es que me da miedo.

-eres un llorón!

-perdón...snif....

Continuo disculpándose, prometiendo que la siguiente vez seria más  valiente, parece que sus disculpas surtieron efecto ya que su amigo dejo de reprenderlo.

-no, no te enojes, te prometo que a la siguiente sere más valiente y...

Apreto sus puñitos y miró a su amigo.

-no tender miedo la próxima... Mystoria....Mystoria?

El pequeño cubito se encontraba aferrado a la escalera, sujetando con fuerza la barra de metal y...sollozando. Eso de voltear a cada  rato para regañar a su amigo no fue buena idea, ahora le había entrado vertigo, la pequeña distancia que lo separaba del suelo no tardo en transformarse en un gran precipicio, las figuras de Ecarlate y los demás se convirtieron en pequeñas manchas borrosas, diminutas semillas de frijol. 

-My...storia?

Ecarlate se acerco, mirando fijamente a su amiguito. El cubito estaba espantado, sus ojos se habían convertido en dos enormes platos adornados con unas gemas azules de las cuales brotaban pequeñas y cristalinas lágrimas.

-E...Ecarlate...ayudame....

La voz del pequeño fue solo un susurro, pero basto para que el tomatito lo escuchara.

-Mystoria!

Por su parte el gritó del pequeño bichito se escucho por toda la casa, alertando a los escorpiones mayores que no tardaron en asomarse por la ventana.

-Mystoria!

Los adultos se encontraban en el piso de arriba, guardando los regalos de los peques, no tardaron en salir corriendo y bajar las escaleras, pero en cuanto Kardia paso corriendo junto a la chimenea una fuerza extraña, compuesta por otro tendedero y unas cubetas, se apodero de su pie izquierdo y lo mando a besar el suelo. Zaphiri alcanzo a frenarse y esquivarlo para no chocar con él, le dio una rápida mirada, asegurandose que se encontrara bien, y siguió su camino.

-Ya voy, ya voy Mystoria!

El pequeño tomatito corrió rápido, como sus piecitos se lo permitían, a la escalera. En su tierna mente esta se transformo en una Enorme Montaña y en la cima, su amiguito colgaba de una cuerda a punto de romperse! Coloco sus manitas en esas frías y duras "rocas" y comenzó a subir.