3. Idas y venidas.

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—¿Tu hiciste esos dibujos? Están muy lindos Steven —Alagó Lapis observando el arte del chico, aunque fuera de lejos.

—Muchas gracias Lapis. Mira esta eres tu, este es el rio y este soy yo —Explicó apuntando uno a uno de los mencionados, luego cambió de pagina —, y aquí estoy yo en una canoa para pasar el otro lado —Y le dio una sonrisa.

Lapis escuchaba con atención y sonreía a ver la imaginación del chico, le parecía algo muy dulce, y más considerando que lo hacía para que pudieran verse.

—Creo que la canoa no sería muy útil —Puntualizó ella.

—Lo mismo pensé yo, por eso tengo mi plan "B" —Y sacó otra hoja —, podríamos pasar con unos palos como apoyo y si eso no funciona tengo el plan "C" —Y la mostró otro dibujo —, que consiste usar una cuerda y amarrarla de un lado al otro como apoyo, luego ya cruzamos sin problemas...

Y Steven le mostró casi todo el alfabeto a Lapis, alguno eran muy buenos, otro muy fantasiosos pero siempre entretenidos. Lapis estaba un poco sorprendida que se supiera la mayoría del abecedario, muchos chicos no lo sabían.

Debe ir a la escuela, pensó la chica.

Pero era erróneo, sus padres lo educaban en casa, no podían llevarlo a la escuela por ello le enseñaban lo que podían. Su amiga Connie también ayudaba un poco en eso, ella si asistía a una escuela y le gustaba ayudar a Steven.

—Me gustan tus planes Steven, ¿Cual crees que es el mejor? —Preguntó la chica.

—Creo que el de la sirenas, el de usar un puente, romper el árbol... ah y las cuerdas —Respondió a la par que buscaba sus dibujos y los podía en una pequeña pila.

—El de las sirenas también me gusta —Y soltó una pequeña risa, también pensó que el chico hacía mucho escandalo para cruzar, ella podría cruzar con un palo justo en ese instante y sin tanto problema, si no le doliera tanto caminar.

Y bueno, Steven tenia muchas ideas en la cabeza como para pensar en simplificar todo, además el hecho de que ella le hubiera dicho que estaba atrapada no ayudaba, él de verdad lo creía así.

Pero en fin, ella no le cuestionó nada, le divertía mucho la forma en que le mostraba cada dibujo. Incluso había olvidado por un rato el mal día que tuvo ayer, aunque el constante dolor que sentía con el roce de sus propios muslos se lo recordaba de una fea manera.

—Por cierto... ¿Cómo es el otro lado? —Pregunto Steven cambiando de tema.

—¿De qué hablas?.

—Del otro lado —Apunto a su orilla contraria —, donde tu estas.

—Ahh, es normal, supongo. Hay un pueblo un poco lejos, hay vive una vieja amiga y... creo que voy a vivir otra vez con ella —Respondió Lapis, pero se sintió un poco rara por la mirada de sorpresa del chico.

—¡¿Hay un pueblo?! —Preguntó Steven, alterado.

—Si.

—Jamas había visto a alguien de ese lado que no fueras tu —Steven se sintió un poco ignorante por no saber nada de eso.

—Hay otro rio mucho más cerca del pueblo, el agua es más limpia y no es tan necesario venir hasta acá —Explicó Lapis.

—Vaya... yo pensaba que estabas del otro lado por una maldición de una bruja malvada y por eso estabas atrapada... Aunque ahora de que digo en voz alta suena un poco tonto —Confesó con un sonrojo. Lapis le dio una sonrisa.

—Bueno... Digamos que eso no está muy lejos de la realidad... —Luego pensó en la bruja malvada y su sonrisa de distorsionó un poco, pero Steven no lo notó.

Luego hizo un corto silencio, hasta que una ráfaga de viento frió los hizo temblar, Lapis miró el cielo y como ayer, ya casi oscurecía.

—Creó que ya debería irme Lapis —Dijo Steven.

—Tienes razón, ¿Mañana a la misma hora? —Preguntó con una sonrisa.

—¡Mañana a la misma hora! —Steven guardó sus dibujos y notó su pastel de bayas, había olvidado entregárselo —Hey, olvidé darte esto —Y se lo lanzó, Lapis reaccionó y lo tomó en el aire.

—Wow, muchas gracias Steven, mañana voy a traer algo para ti —Dijo Lapis sonrojándose.

—Ni te molestes, nos vemos —Y se fue tranquilamente.

Lapis se quedó pensando en lo lindo que se portaba el chico con ella, luego miró el postre y se sonrojó de repente.

—Debo tener fiebre... —Murmuró cuando sintió sus mejillas arder. Se levanto con algo de esfuerzo y caminó con dirección al granero.

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La mañana pasó rapido para nuestros de protagonistas, Lapis había cenado con le pastel que Steven le regaló. Steven la había preguntado a Rose si había un pueblo del otro lado del rio y ella le confirmó que si.

Para Lapis la noche fue dura, pero no tanto como la primera, y Peridot durmió un poco más que la noche anterior. De nuevo con la rutina, para ambos, pero Lapis ayudó mucho más a Peridot con la comida, aunque esta le había dicho un millón de veces que no lo hiciera.

Pero en fin, llego nuevamente la hora de verse. Ya faltaba menos de dos semana para el 24 de diciembre, y el clima lo sabía, en la noche hizo un frío infernal (?).

Steven avisó que iba a salir y su mamá desde la cocina de dijo que llegara temprano. Caminó emociono hasta ese punto donde se encontraba su amiga.

Y ella lo estaba esperando otra vez en la misma posición de hace ya dos días.

—Hola Steven.

—¡Hola Lapis!.

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¡Hola!

Lamento esta pequeña tardanza, tuve unos pequeños problemas que no me permitieron actualizar.

En fin, espero poder terminar esto antes de año nuevo. Por cierto, feliz día de los inocentes.

Al Otro Lado Del Rio [Especial De Navidad 2017]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora