DIECINUEVE

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Continúe sollozando por unos cuantos minutos más, hasta que me calmé un poco y me dispuse a empezar con mi deselaborado plan.
El malicioso ser me observó desde lejos, silencioso, parecía que estuviera pensando en algo, aunque no sabría decir en qué. La tristeza me invadió por completo, pero debía ser fuerte, por ellos, por esos estupendos chicos.
Suspiré hondo y formé una sutil sonrisa de lado y levanté la vista hacia el "hombre" frente a mi. Aquél se acercó hasta la gran jaula blanquecina y la recorrió de todos los ángulos. Yo por mi parte observaba todos sus movimientos hasta que seguí con mis fechorías.

--Yo...todo este tiempo creí que me lastimarías...sin embargo, tú solo querias tenerme resguardada...no es asi?- Pregunté mirando hacia abajo.
Él se puso frente a mi, mirandome fijamente.

--Mientras seas una buena mascota, yo seré un buen dueño...- Pronunció éste.

--Pero por favor, no vayas a hacerme daño...- Dije mientras acercaba mis manos a los fierros de la jaula, el payaso imitó mis movimientos despacio.
Abrí la cerradura de la jaula lentamente y gritandome mentalmente que no lo haga, alcé mi mano hacia la cara de mi acompañante, mientras él me miraba curioso.

--Ya no habrá oscuridad?- Pregunté, mirandolo a los ojos que se encontraban de un color beige.

--No más sustos, Lucille...-Susurró.

Tomé los costados de sus mejillas lentamente, extrañamente éste hizo lo mismo conmigo y con sumo cuidado me acerqué hacia sus labios. Mi mente no dejaba de gritarme que estaba demente, pero todo era por ser libre.
Pude notar un casi invisible color rosado en sus mejillas que mis manos sostenían, él cerró los ojos por inercia y yo me acomodé hasta llegar a la altura de su cabeza, para al fín -casi- tocar sus labios con los mios, y cuando el creyó que nos besariamos, vi hacia abajo, recordando la navaja que tenía en el bolsillo de la mochila que aún traía puesta; retiré mi mano derecha, y el sujeto ni lo notó, por nervios quizás. Busqué en el pequeño bolsillo hasta que la hayé.
Tardé tres segundos hasta que cuando ya sentía su agitada respiración sobre mis labios, levanté mi brazo lentamente y con suma fuerza y agresividad hundí la filosa navaja en su ojo derecho, haciendo que se aleje rápidamente de mi y como golpeó la jaula por mi ataque, caí hacia adelante, aterrizando sobre esa horrible agua, nuevamente.
Sus gruñidos y gritos de dolor hacían eco en todo el lugar.
Me levanté rápido creyendo que me iba a poder ir corriendo, pero la furiosa bestia tomó mi tobillo izquierdo, clavandome sus garras ferozmente, haciendome gritar de dolor y caer.
Al girar lo vi, y era monstruoso, tenia el ojo hecho trizas y salía unas raras gotas de ¿sangre negra? Grité al verlo acercarse a mi, se abalanzó sobre mi y su peso cayó agresivamente en mi cuerpo.

--¡¡Dejame maldito!!- Ordené.

Pero el me tomó de las caderas fuertemente.

--Ahora te devoraré y disfrutaré hacerlo, dulce Lucy!- Susurró rasposamente. Pude sentir su horrible saliva en mis piernas. Temblé de una manera horrible.
Pero con avidez agarré la navaja que seguía en su ojo y lo estrellé contra su otro ojo, haciéndolo soltar un casi rujido.
Volví a tomar la navaja y la clavé en su mano para que me soltara de su incomodo agarre y lo empujé con fuerza, y al enderezarme, le di un puntapié en el pecho, haciendo que caiga hacia atrás. Y al verlo de ese modo, tan débil, tan indefenso, suspiré, fue un suspiro de furia, de conformidad...de alivio.




To be continued... >:D

THE SUSPENSO MUAJAJAJAJAJAJ ok me kalmoh

When Pennywise And The Lil' Girl Be Find.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora