Martes, 26 de diciembre
Hoy saldré con mis amigos, si es que en realidad les puedo llamar así. Aunque no puedo quejarme, son los únicos que entienden por lo que paso, o bueno, eso parece. He decidido que finalmente voy a abrirme completamente, y contaré todo lo que ha pasado en mi vida desde que tengo 13 años.
Todo comenzó en mi cumpleaños numero 13, hasta ese momento todo en mi vida iba bien, las cosas estaban funcionando, de verdad que sí, pero de un momento a otro mi vida se fue cayendo a pedazos poco a poco.
Lo que voy a decir puede que suene muy inmaduro y estúpido, pero quiero que entren en contexto e imaginen lo que pensaba una tonta niñita de 13 años. En ese entonces me gustaba alguien, una chica para ser más exactos y bueno, ya imaginarán lo difícil que fue para mí darme cuenta que tenía cierto gusto por el género femenino, y más cuando mis padres desde pequeña me habían inculcado lo que para ellos estaba bien, que era: mujeres y hombres. Ya saben, lo "convencional". Darme cuenta de eso fue un gran golpe emocional, no entendía nada, y diablos que me sentía confundida. Lo peor del caso es que no podía contarle a nadie, de lo contrario no podría vivir en paz. Yo tenía amigos, bastantes para ser sincera, pero no eran buenas personas. Sin embargo a mi no me importaba porque por fin había dejado de estar y sentirme tan sola. Ellos me ofrecían compañía, y era todo lo que yo podía pedir.
Todo estuvo bien hasta que un día todo salió a la luz; una de mis "amigas" me vió besándome con dicha chica. Fue un estúpido error que cometí ¿saben?, sólo debía cerrar la puerta del estúpido baño y nada habría pasado. Me asusté. O más bien, estaba muerta de miedo. Mi secreto más grande había sido descubierto, e iba a pagar por eso. No pude detenerle, lo intenté, le rogué que no lo hiciera, que no le dijera a nadie pero no hubo caso, ella lo hizo de igual manera. Mi supuesta amiga me arruinó la vida.
Al día siguiente comenzó mi tortura, al entrar a la escuela todos me miraban, me señalaban y los escuchaba susurrar cosas sobre mí. Aunque fuese difícil decidí simplemente ignorarlos, y si tenía suerte en unos días lo olvidarían- Inocente de mi el pensar eso- Claramente eso no pasó, nadie olvidó el tema,al contrario, todo empeoraba con cada día que pasaba, se burlaban, me insultaban e incluso me golpeaban y yo no podía hacer nada, simplemente no podía, si le contaba a mis padres, tendría que decirles todo y yo aún no me sentía preparada. No podía entender por qué hacían todo eso, cada día me preguntaba ¿Qué es lo que está tan mal? Fue solo un beso, no era el fin del mundo.
6 meses habían pasado, y yo cada vez me sentía peor, siempre estaba sola, comencé a deprimirme; ya no comía igual que antes, no salía de mi cuarto más que para comer e ir a la escuela. Por supuesto que a mis padres no les tomó mucho tiempo notar mi gran cambio de actitud y lo mucho que mi cuerpo había perdido peso. Decidí ser una cobarde y no les dije nada. Ellos lo tomaron como una etapa y luego se convirtió en algo normal en mí. Todos los días era lo mismo: llegaba de clases, comía algo e iba a encerrarme en mi estúpida habitación hasta el día siguiente. Me sentía atrapada, estaba atrapada en un ciclo, y por más que lo intentaba no podía salir.
Y... Mi cumpleaños número 14 llegó. Ya había pasado casi un año desde aquel incidente y todo estaba mucho peor que al principio. Mi mamá estaba preocupada por mi, lo notaba, ella sabía que algo estaba mal, pero cada que ella preguntaba yo siempre negaba todo y cambiaba de tema. Había bajado en mis calificaciones, así que empezaron a citarlos a la escuela cada semana, y así durante unos meses. Ellos hacían preguntas y yo nunca respondí. Un día mis compañeros se sobrepasaron conmigo, llegué a mi casa con golpes en mi rostro y mi labio roto, mi madre simplemente enloqueció y en ese momento no pude seguir ocultándole lo que estaba pasando. Fue a la escuela para sacarme de ahí, discutió con todo el mundo, docentes y directivos, y se preguntaba cómo no habían visto que me estaban moliendo a golpes cada maldito día. Nadie tenía respuestas. Ese día mamá habló conmigo y lo recuerdo todo como si hubiese sido ayer.
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Atrapada- LGBT
Teen Fiction¿Alguna vez has llegado a un punto de tu vida en el que nada te interesa? ¿Ni siquiera estar viva? Bueno, últimamente eso es todo en lo que pienso. El porqué es algo que aún no puedo decir, solo sé que si no hago nada, voy a terminar muerta. Las dr...