Hamilton One-Shots «RANDOMS»

"Sólo tú y yo"

Lams

~ Modern AU ~

John Laurens

Corrí de un lado a otro alistando las cosas para la cena de Noche Buena, verificaba que la comida que se encontraba en el horno y las ollas no tuvieran ningún inconveniente ya que eran las cosas más delicadas. También estaba terminando de poner la mesa y decorar algunas galletas que había hecho.

Entre todo el ajetreo, sentí unos brazos rodear mi torso, detrás de mi abrazándome se encontraba mi novio, Alexander.

Hacía unos 6 meses que habíamos dado él gran paso de por fin mudarnos juntos luego de 5 años de noviazgo. Ambos ya habiamos terminado la Universidad, Alexander trabaja en una Editorial reconocida de Nueva York y con él libro que recién había sacado ya empezaba a hacerse famoso. Yo me encargaba más que todo en nuestro departamento y también era doctor en un consultorio de veterinaria. ¿Mi especialidad? Las tortugas.

—Amor, toma un descanso, aun es muy temprano.—Dijo recostando su cabeza en mi hombro luego de dejar un beso en mi mejilla.

—Es fácil para ti decirlo, no estás preparando la cena ni organizando la mesa.—Dije con un poco de fastidio en mi voz dándome la vuelta para mirarle frunciendo el ceño. Él sonrió, le encantaba verme enojado.

—Es Noche Buena, cariño, puedes aunque sea tomar un respiro.—Dijo con gracia dejando un rápido beso en mis labios.

—Lo haría, pero tengo una cena que preparar para todos nuestros amigos que vienen de visita, y tú, podrías al menos arreglarte.—Dije mirándole y dándome cuenta que aun se encontraba con un short y una guarda camisa.

Sonrió volviendo a dejar otro pequeño beso en mis labios y subió las escaleras, espero que a la habitación a cambiarse. En fin, seguí decorando los postres y poniendo la mesa, pronto llegarían los muchachos y queria tener la casa al menos presentable.

Estaba demasiado nervioso, era la primera navidad y año nuevo que pasabamos juntos, quería en realidad que todo saliera a la perfección.

Ya toda la cena navideña (Y los macarrones de Thomas) estaban listos, por lo que lo puse todo en la mesa, no quedaba nada para que llegaran por lo que subí a nuestra habitación a cambiarme lo más rápido posible. Alex no estaba, de seguro estaba en su estudio.

Bajé de nuevo al comedor ya completamente listo, mi típica coleta baja, un suéter verde oscuro con una franja blanca en medio con una J en color rojo. Un hermoso suéter que la madre de Alex había hecho. De pronto se abrieron las puertas del estudio de Alexander.

Alex salió sonriente y con un muy buen humor bastante sospechoso se acercó abrazando mi cintura con uno de sus brazos. Traia un suéter igual al mio, solo que era de un rojo oscuro y dentro de la franja blanca había una A del color verde de mi suéter. Su madre había hecho otro igual para él, esa mujer era un encanto.