Capitulo treinta y uno

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El auto quedo parado sobre el asfalto y rápidamente bajo Will seguido por los demás. Este se nos acerco en un trote rápido e inspecciono con la mirada el lugar con una mirada asombrada.
-¿Qué ha sucedido?- Preguntó pasando una de sus manos por su cara.
-El bus volcó- Dijo Justin en tono obvio. Los ojos celestes del niño miraron con pena el lugar.
-Carl, ve al auto- Le ordeno Thomas. Este asintió, se volteo y camino hasta el auto donde se adentró sin decir una sola palabra.
Mi corazón se encogió al ver el lugar hecho llamas mientras algunos sollozos se oían de fondo.
-Bien, busquemos sobrevivientes- Concluyo Steve. Todos asentimos y nos separamos para recorrer el lugar; el bus se encontraba a algunos metros ardiendo en fuego, volcado. Prepare la arma y me acerque allí con alguna pizca de esperanza de encontrar a alguien con vida.
Aun comprimiendo mi herida, me puse en cuclillas tratando de ver algo a través del parabrisas, pero fue en vano. Me pare rígida y voltee para encontrarme con algo que realmente hizo que mi corazón diera un vuelco y cayera en lo más profundo de mí.
-Christian- Murmuré trotando hacia él con dificultad. Su cuerpo se extendía a lo lejos del bus dándome a entender que fue disparado al volcar el bus- Eres un maldito idiota- Dije arrodillada junto a él mientras sentía las mejillas húmedas y se me hacia cada vez más difícil respirar- Todo por una maldita arma, ¿te volviste loco?- Observe detenidamente su rostro; sus ojos permanecían cerrados y su rostro se encontraba pálido y sucio por el humo y la sangre que expandía su ceja y nariz- Y pensar que lo ultimo que recordarás de mí será que fui una maldita perra sin sentimientos. Me equivoque, me equivoque en pensar que las cosas cambiarían y dejarías de lado a Alison, que preferirías estar conmigo.
-Kim, será mejor que nos vayamos- Murmuro alguien a mis espaldas y al voltearme observe a Justin con una mirada triste.
-No lo dejare solo- Respondí volviendo mi vista hacia él, Christian.
-Él ya esta muerto, Kim, y no podemos hacer más nada que darlo en paz- Dijo poniéndose en cuclillas a mi lado.
Sentí un dolor en la cabeza que se empezó a expandir por mi cuerpo, como si lo dominara por completo y empece a perder la razón.
-No digas esas cosas, Christian esta bien- Dije alejada de la realidad- Vamos, llevemos a Christian con los demás.
-¿Estas bien, Kim?- Me pregunto examinándome con la mirada.
-Si, Justin. ¿Por qué no lo estaría?- Dije levantando mi cuerpo lentamente del suelo.
-Mejor la diremos a los demás, ¿Quieres?- Me pregunto lento y yo asentí.
Un gruñido agudo se oyó frente nuestro y divise a Alice. Esta estaba ardiendo en llamas, mis ojos se abrieron de sorpresa.
El dolor de mi cabeza en forma de puntada volvió, pero más intenso.
Caí de rodillas al césped, oía a Justin, pero no podía responder.
-Alice, Alice, ¡ven!- La llame y esta volteo a verme con sus ojos rojos soltando gruñidos indescifrables.
Sentí otra punzada en mi cabeza y di un fuerte gemido.
-¿Kim? ¿Qué crees que haces?- Me pregunto Justin.
Mi hermana tenia la piel roja y quemada, la piel de sus brazos y mejillas ya no se encontraban visibles, en su lugar se veía la carne, carne negra por el fuego.
-¿Quién te ha hecho esto?- Le pregunte a Alice. Ella se acerco a mí en un trote rápido mientras que de su boca salían gruñidos.
-Kim, Alice esta infectada- Murmuro Justin a mis espaldas.
-¿Infectada de que?- Le pregunte volteando a él.
-Es una mordedora, una caminante- Respondió en tono nervioso. Yo volví mi vista a Alice que ya se encontraba a pocos metros de mí, hasta tenerla frente y la tome por los hombros. Los nervios de mis manos no sentían el fuego.
-Kim, se te están quemando las manos- Dijo él alarmado.
Escuche que Justin hacia algo a mis espaldas y luego un ruido me aturdió, Alice cayo frente a mí con un agujero en la frente arriba de un ojo, pero aun así las llamas no pararon.
Dirigí una de mis manos al cinturón de mi pantalón donde saque la arma, me levante y voltee hacia Justin.
-¡Eres un maldito hijo de perra!- Le grite. Mis acciones no coordinaban, perdí la cabeza. Mi cuerpo temblaba y sentía frío, mucho más frío que el normal, mi garganta se secó y mi cabeza dolía. Apunte y dispare, él callo al suelo dando un ruido seco. Apunte y dispare, y todo fue silencio, deje de sentir.

Narra Michael.

-Siempre quise tener un amigo gay que escupiera un arco iris, no tan literal- Dijo Camila cerrando su bolso para luego colgarlo en su hombro.
-Por milésima vez, no soy homosexual- Dije en tono frustrado.
-Bien, primero sube Camila, luego yo, así ella me ayuda y finalmente subes tú, Michael y nosotras te ayudamos a ti- Dijo Luna.
-Tengo hambre- Se quejo la morocha mientas ponía su pie en mis manos, para luego ser impulsada hacia la ventana. Ella subió con bastante facilidad y luego le toco a Luna que advirtió que no tenia mucha agilidad, pero no fue difícil llegar allí- Esta haciendo mucho frío.
-Cállate- Le reprocho Luna.
-No me voy a callar- Se defendió.
-Les recuerdo de que sigo aquí- Dije y ellas me miraron.
Tuvimos que hacer un afán para poder subir, pero finalmente pude.
Luna fue la primera en bajar las escaleras ya que tenia en arco, baje yo tocando firmemente el suelo. Cuando Camila iba por la mitad de la escalera, esta se resbalo y ella cayo al duro y húmedo piso dando un grito.
-¡Santa mierda!- Maldijo aun el suelo.
-¿Estas bien?- Le pregunte.
-¿Te parece que estoy bien, la puta madre que te parió?- Pregunto ella y yo reí por aquel insulto.
Oí que Luna le disparaba flechas a los zombies que se acercaban, cargue a Camila y la subí a la camioneta que milagrosamente aun se encontraba allí. La recosté en los asientos traseros y yo fui junto a ella para examinar lo que le había sucedido.
Las desventajas de ir con personas torpes. Si no era ella, era Luna.
Luna subió a la camioneta y arranco rápidamente para salí por la calle y chocar a los andantes.
-¿Qué te duele?- Le pregunte a Camila en tono pacifico.
-El puto tobillo- Respondió cerrando fuertemente los ojos a causa del dolor.
- Esta nevando- Murmuro Luna.
-Seguramente la escalera estaba congelada- Supuse mientras observaba el tobillo de Camila que se encontraba rojo y algo hinchado- Tendremos que ir a una farmacia.
-Yo entrare a una mientras tú te quedas con ella y de paso buscare un mapa- Dijo Luna desde el conductor.
-¿Por qué no tú te quedas con ella?- Le pregunte arqueando una ceja.
-No es por ofender, pero tú eres horrible matando zombies- Respondió la colorada artificial. Yo solo rodé lo ojos.

HOLOOOOOOO. ¿Qué hay, tanto tiempo?
No subí capitulo porque últimamente tuve muchos exámenes y algunos imprecases, pero mejor tarde que nunca. c:
¡Ya falta casi nada para el final! OMG les diré que todo esto termina en el capitulo 35 y el epilogo, si no lo cálculo mal.
Y quiero decirles que faltan menos de 100 leídas para llegar a las 11K *-* desde ahora subiré todos los viernes.
En fin, espero que les haya gustado el capitulo, el próximo seguiremos con Sean y Nathaly wooohoo.
¿Qué creen que le sucedió a Kim? :c un momento de silencio a nuestro personaje, me duele mucho hacer esto. Pero no quería que fuera el típico cliché donde nunca muere la gente más querida e importante.
Voten, comenten y oren, oren por nuestros personajes (?
Besotes.

Near The DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora