UN MUNDO MÁGICO ( REEDITADO )

CAPÍTULO SEXTO - EL REENCUENTRO

UN MUNDO MÁGICO - CAPITULO SEXTO...
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En el pequeño, y coqueto pueblo de la costa, los preparativos de búsqueda de los niños, ya están terminados, y Juan, Maria y el alcalde, junto con seis hombres mas, parten dirección a donde se abrió el portal por última vez.
El tiempo amaneció apacible, y las condiciones meteorológicas eran inmejorables. Pero justo cuando llegan al punto donde se encuentra el portal, el tiempo empieza a cambiar bruscamente. Las nubes comienzan aparecer como por arte de magia, y una misteriosa bruma, emana de las aguas, cual chimenea humeante.

Maria, preocupada, se abraza a Juan, temerosa de que algo extraño les suceda. Juan mira de mantener la compostura..
- Tranquila cariño.. Todo esta bien..
- Según mis cálculos, estamos exactamente, en el lugar donde apareció el portal...
Terminando de decir esas palabras, un intenso brillo, les ciega momentáneamente, y de pronto, aparece ante ellos, el inmenso portal.
Un gigantesco aro metálico, con inscripciones claramente extraterrestres.
El alcalde, al ver las inscripciones, exclama..
- Dios mio..!! No puede ser..!!
Juan se lo mira, y le pregunta..
- Qué sucede..? Qué es lo que no puede ser..?

El alcalde se le ve alterado, nervioso, emocionado.
- Ella..!! Ella está aquí..!!
- Ella..? Quién es ella..? pregunta Juan contrariado...
- Mi mujer..!! Mi querida y adorada mujer..!!
- Su mujer..?
- Es verdad, ahora que lo dice, nunca caí en la cuenta de preguntarle por ella. Lo siento mucho.. Fue muy torpe por mi parte, se disculpa Juan...
El alcalde se lo mira, y sonriendo, le contesta..
- Querido amigo, la culpa también fue mía, pues a pesar del tiempo transcurrido, nunca les expliqué todo, ni porqué mi mujer no estaba con nosotros.
- Ella era la comandante de la primera expedición, y yo era el comandante de la tercera expedición.

- Todo empezó hará ahora, unos 3500 años, o más, cuando nuestro sistema solar empezó su ciclo final.
- En aquel entonces, nuestra raza vivía feliz en su mundo, y nuestro ciclo vital, era parecido al suyo, solo que más largo.
- Nuestra civilización adaptó su existencia a ese ciclo, y para evitar una superpoblación, adoptemos una forma biológica de vida, la cual ninguno de nosotros se reproducía, hasta que otro no muriese.
- Digamos, que de alguna manera, nos reciclamos de manera sistemática. Creando un circulo perfecto de vida y convivencia.
- Pero llegó la hora de partir, y creamos las seis arcadias, en las cuáles, sólo pudo viajar un tercio de la población total de nuestro planeta.
- Cada una de ellas, tenia un gran computador central, el cual dirigía y controlaba todas nuestras constantes vitales, haciendo que pudiésemos vivir de manera casi inmortal.
- Durante largos periodos de tiempo, hibernabamos. Así de esta manera, se ahorraba tiempo, energía, y alimentos.
- Pasado un tiempo, los seis comandantes, nos reunimos, y de mutuo acuerdo, decidimos dividirnos, y partir cada uno en una dirección distinta. Y así es como me separé de mi amada esposa.

Maria y Juan, después de escuchar atentamente esa historia preguntan..
- Qué fue de los otros dos tercios de la población..?
Todos los presentes en el barco, bajan la cabeza, y con su silencio, dan a entender, la terrorífica y triste respuesta.
Maria, comprendió el significado de ese silencio, y sus lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas.
- Que triste..!! Que injusticia..!!
- Es doloroso saber que dejas a tanta gente a merced de su destino, y saber que nunca más, los volverás a ver, que tendrán una muerte cierta, y que no tendrán sus almas, un lugar donde volver. Las lágrimas se vuelven llanto, y se agarra a su marido, en busca de consuelo ante tanto dolor.

El alcalde, y los allí presentes, ante tan conmovedora escena de dolor, por un ser que nunca conoció su raza. No pueden evitar sentir ese mismo dolor, y comienzan a notar una gran opresión en sus pechos, rompiendo sistematicamente todos, a llorar por el recuerdo de esas almas perdidas.
Juan acaricia en el pelo a su esposa, y haciendo un gran esfuerzo por no romper a llorar, mira de calmarla..
- Shhh.. Shhh..
- Ya cariño.. Ya está.. Shhh.. Tranquila, seguro que sus almas surcaran el inmenso espacio, y finalmente, descansarán junto a los suyos.