Cuando me di cuenta de que detrás de esa fachada de indiferencia y egoísmo había alguien que en realidad estaba pidiendo ayuda a gritos, pero que nadie lo notaba.
-Katherine Benson.—¿Dónde rayos dejé mis lentes?—
¿Por qué parecía cómo si el universo estuviera conspirando en mi contra para que todo me saliera mal? Desde que abrí mis ojos esta mañana todo empezó mal. No llegué a escuchar la alarma y, para agregarle aún más sal a la herida, había que decir que era mi primer día de universidad. Genial.
—¿Acaso buscas esto de aquí?— una mocosa de doce años apareció en mi habitación, mientras se apoyaba en el marco de la puerta con una mueca de satisfacción y victoria. Claro que ella era la responsable de esto.
—Este no es el momento adecuado para una de tus pésimas bromas, Juliet. Quiero que me devuelvas el cuaderno en menos de diez segundos, a menos que quieras enfrentarte a la ira de mamá, por supuesto— escupí cada una de esas palabras con rabia. ¿No podía haber escogido cualquier otro día para hacerme pasar un mal momento?
—¿Crees que mamá me da miedo? Eso ya está en el pasado, hermana. ¿Acaso quieres que le cuente sobre aquella noche en la cual decidiste escabullirte por la ventana? Espera, eso fue hace tan solo dos días— su sonrisa no desaparecía en ningún momento, y ya empezaba a irritarme de sobremanera.
—No es de buena educación andar por la vida fijándose en lo que los demás hacen, ¿no crees?— bufé mientras cerraba los puños con fuerza.
—Tampoco lo es escaparse de casa cuando se supone que deberías estar durmiendo, o al menos eso es lo que creía mamá, ¿no crees?— contraatacó usando las mismas palabras mientras observaba la caja negra con mis lentes como si fuese la cosa más interesante que haya visto en años.
—Dime qué es lo que quieres que haga a cambio de esos estúpidos lentes y tu silencio— le respondí, resignándome. Ya iba bastante atrasada a la primera clase del día y no tenía ganas como para seguir aquella inútil conversación con mi hermana que sabía, no iba a llegar a ninguna parte.
—Me llevarás a los lugares que yo desee durante el próximo mes. Sin reclamos o este estuche negro de aquí junto con tu pequeño secreto será lo último de lo que deberás preocuparte si mamá se llega a enterar de la verdad. El castigo que te daría se convertiría en tu prioridad número uno, créeme.
—Por supuesto que sí, aprovechandose de que a tu hermana le dieron su licencia hace unas pocas semanas atrás, ¿no es así? Juegas sucio, Juliet Benson— musité para luego estrechar mi mano junto a la de ella, mientras le transmitía mi odio lo más evidentemente posible. Tanto así que luego de que soltara el estuche y que este estuviese entre mis manos, no dudé en sacarle la lengua.
—¿Y ya tienes veinte años? Un poco inmaduro de tu parte, hermanita. Y lo de jugar sucio, lo aprendí de ti— Juliet se cruzó de brazos.
—Fuera de mi habitación, ahora— caminé hasta la salida de mi dormitorio para sostener la puerta con mi mano derecha en señal de que la quería lejos de allí, lo antes posible antes de que me volviera loca con su presencia.
—Gruñona, estoy segura de que andas en tus días del mes, ah no espera, eso significaría que siempre andas así porque no hay día en que te vea sin ese horrendo ceño fruncido en la frente que además te hace ver vieja— finalizó Juliet sacándome la lengua al igual que yo había hecho unos pocos segundos atrás.
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Pasado no tan pisado •jb•
FanfictionOlvidar el primer amor es difícil, pero no imposible. Hermosa portada: @justinbieb66