VI-. Rubio de ojos claros

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Cuando me di cuenta de que Justin y tú son más parecidos de lo que creen.
-Lexi Forbes.



                                    -Lexi Forbes

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Allí estaba ella. Toda preocupada y concentrada mientras se observaba una y mil veces en el espejo, intentando convencerse a sí misma de que el atuendo que llevaba se veía bien en su cuerpo.

—Creo que Chris se va a volver loco si llega a verte en ese vestido— la voz grave de Wil la sacó de sus pensamientos.

El rubio la miraba con los ojos brillantes y se veían aún más claros que en cualquier otro instante. Para él, era como tener a una mismísima diosa griega frente a sus narices.

Le encantaba que su cabello castaño oscuro cayese por su espalda hasta llegar a la altura de su cintura. Y para qué hablar del vestido rojo que resaltaba cada una de sus curvas y cómo el color resaltaba cada una de sus fracciones.

—No sé, no me gusta mucho— Katherine se mordió el labio inferior, girándose un poco para ver cómo le quedaba la prenda que usaba por la parte de atrás— ¿No me hace ver plana? Tampoco es que tenga tanto para mostrar pero...—

Wil rodó los ojos al escuchar a la morena hablando así de si misma. Decidió tomar uno de los collares de la muchacha que había en su escritorio y se acercó con total rapidez hasta quedar detrás de ella, interrumpiendo cualquier otra cosa que pudiese salir de sus labios. La increíble y abrumadora fragancia que emanaba desde el cuello de Katherine le nubló los cinco sentidos. ¿Acaso era posible enamorarse aún más de la misma persona?

—Este collar queda perfecto con lo que estás usando, cupcake. No arruines el atuendo con tus palabras deprimentes sobre cómo luces, porque son solo mentiras— musitó el chico todavía aturdido por lo todo lo que estaba sintiendo en esos instantes al estar tan cerca de la mujer que sencillamente había robado su corazón con tan solo una sonrisa—. Deja de balbucear tonterías, ¿puedes? Cualquier muchacho que te vea se desmayará de inmediato— agregó con seguridad rebosando en sus palabras. Él ya había sufrido millones de ataques al corazón tras verla.

—¿Chris también?— murmuró la morena mientras se colocaba todo el cabello a un costado para que así su amigo pudiera ponerle el colgante que tenía entre sus manos. Era uno sencillo, pero bastante bonito. Tenía un diamante en el medio y este era de color blanco.

A Wil esa pregunta le cayó como balde de agua fría en el rostro, devolviéndolo a la realidad, sacándolo de su trance.

Por su puesto que todo lo que ella hiciese o pensase era para impresionar a ese imbécil de Chris Donovan. Un chico de último año que solo se dedicaba a ir de bar en bar y a acostarse con cada chica que se le colase en el camino.

Chris ha sido el amor platónico de Katherine desde que eran unos niños, y ella cada vez que podía, intentaba llamar su atención, pero fallaba todo el tiempo.

Pasado no tan pisado •jb•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora