Vínculos y Ensoñaciones:

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El vulcano regreso a su casa intentando calmar la tormenta de emociones que sentía en su interior, cuya cuál era tan potente que era incluso abrumadora, el mantener al rubio entre sus brazos de aquella forma tan... Íntima había sido un error, ahora no podía dejar de pensar, de sentir contra sus propias manos, contra su pecho, el calor del cuerpo ajeno, la suave respiración del rubio contra su cuello mientras se relajaba, el frenético latido de su corazón que lentamente se tranquilizaba... Pero sobre todo, la visión que no podía retirarse de su mente era la de su capitán al borde de la histeria, entre las lagrimas, el vinculo que compartían era por lo visto mucho más fuerte de lo que él mismo había imaginado, esperando que no fuera tan tarde, e internamente avergonzado por sus acciones, el vulcano se sentó frente a la intercomn y lanzó la llamada, un, cabe decirlo, muy sorprendido anciano quien por lo visto había sido despertado de una siesta, le contestó.


— Jovencito, ¿Ha ocurrido alguna tragedia? Ya que debo decir que tu llamada me... A falta de una mejor palabra, sorprende


— No, pero... Necesito contarle algo...


Ante el titubeo presente en la voz del joven, el anciano le incito a compartir lo que le atribulaba, el menor no necesito que se le repitiera la petición, y pronto le contó a su otro yo desde la pesadilla compartida con su capitán, hasta sus propias acciones que le avergonzaban, el mayor escuchaba atentamente, ocultando tras su máscara de fría neutralidad el hecho de oír el abuso de este katra tan similar a su T'hy'la habia sufrido le llenaba de rabia.


— Siento una gran... Rabia ante lo que vi hoy y... Al mismo tiempo, verlo así, tan indefenso, llorando, aterrorizado... Algo dentro de mi me incita a ponerlo tras de mí, a protegerlo, a evitar que... Vuelvan a herirlo de esa forma.


  El anciano dejó mostrar una larga sonrisa que se extendió por su rostro, la cual desaparecio rapidamente, antes de que su contraparte pudiera verlo, conocía esa sensación, esa rabia cuando le veía herido, ese deseo tan intenso de protegerlo, de evitar cualquier herida, de meterlo bajo su piel cuando le veía despertar entre pesadillas, lo que su joven contraparte sufría no era nada más salvo la reacción natural de una pareja con un lazo de T'hy'la.


—Creo jovencito que a este punto, es mejor que compartas lo que sientes y el hecho de que portas un lazo, con la persona más importante en todo esto, y ese es tu propio capitán...


El menor levanto el rostro hacia la pantalla del intercomn, la mirada sincera del mayor le recibió con una suave sonrisa de apoyo, el joven vulcano lo pensó por un momento y asintió, estaba decidido a decirlo.


Esa noche no logré conciliar el sueño durante por lo menos una hora con quince minutos y diesciseis segundos, cuando finalmente logré dejar que mi cuerpo cayera en un suave sueño, no esperaba volver a aquel lugar que habia visto en sus sueños, sin embargo esta vez no estaba desde sus ojos, era un espectador, esta vez... Pude ver lo que sufrió, estaba lejos de la granja, ya estaba muy lejos de ese sitio, habia oído los disparos, no lo sabía pero, de alguna forma podía saberlo, él estaba delgado, en extremo para su edad, pálido, y a pesar de ello, aun con fuerza, con la fuerza de correr y cargar una mochila donde metia todo cuanto podía de comida, era lo suficientemente listo como para engañar a los soldados que le perseguían con una fiereza entrenada, sin embargo, cayó en una trampa, el soldado solamente le ofreció una hamburguesa, lo habia visto como se sostenía el estómago, pero se negaba a comer, le daba todo a los chicos que ocultaba, se la terminó en casi solamente dos mordidas, cuando terminó miró al soldado, quería agradecerle de alguna forma y yo simplemente hervía de rabia por la impotencia, el soldado sonrió y lo arrojó al suelo de un empujón mientras le destrozaba la ropa, quería ayudar, intente ayudar pero solo pude escucharle gritar, gritar en aquella suave voz infantil que de repente se tornó su voz usual, rota de dolor... ¡Jim estaba gritando! ¡Estaba en peligro! 


Spock despertó de golpe en su cama, respirando agitado, con el rostro húmedo, miró a su alrededor, estaba en su departamento, su comunicador sonaba de forma furiosa contra la mesa junto a su cama, el vulcano se levanto de un salto y lo tomo, con voz ronca respondió.


— Spock...


— Spock necesito que vengas aquí, ¡AHORA MISMO!


Se trataba de McCoy, de fondo logró escuchar el grito de Jim y fue suficiente para ponerle en movimiento, no tardó más de cinco minutos en llegar, Bones estaba afuera, fumando un cigarrillo.


— Ya está calmado... Te llame mas de quince veces Spock, estaba gritando tu nombre...


El vulcano no dijo palabra.


— Parecía que lo estaban matando, logre que me dijera qué demonios ocurre... No te lo diré, mejor preguntale tu, espero que no tengas el estómago lleno...


El pelinegro asintió y con un suspiro entró al departamento del sureño.

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2018 ⏰

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