Vigilado

Perdedor

Este fin de semana, Alice se fue a casa de sus padres, Alvaro se lo permitió a raíz del gran avance que logramos en la investigación. Nunca el departamento me había parecido tan grande, revisaba mi móvil a cada minuto, por si había alguna noticia de alguno de los chicos, todos tenían dónde ir, menos yo.

En resumen pase todo el fin de semana acostado, pensando en lo solo que estoy en esta vida. 

El domingo en la tarde estaba esperando que alguien llegara y me sacara de mi soledad, cuando sonó el timbre, con la ansiedad a mil, abro la puerta, pero la chica que encontré al otro lado no era la que menos esperaba. 

Me quedé en blanco, sentí miedo, la palabras me abandonaron.

-No dirás lo mucho que me extrañaste.Dijo

Desde esa noche que me abandonaron, no sabia nada de ella, Kassandra, la líder de la banda, ella me manipuló todo el tiempo que estuve con ellos, me hizo creer que me era importante para ella, que me quería, me dejaba días sin mi medicina, para dejarme claro que dependía de ella para vivir. Su presencia fue un abrupto despertar para este sueño en el que pretendía vivir como un chico casi normal.

-Ellos no te quieren, deberías volver con nosotros, ellos solo te usan. Continuó

- Vete. Respondi

-No creas, que esa chiquilla te aprecia algo, apenas pudo se fue corriendo, escapando de ti, volviendo a su mundo de niños hijos de papá, eres un perdedor,a nadie le importarás si vuelves conmigo.-habló acortando la distancia

- Ella no es así. reproché

-Así que es verdad que ella te importa, lástima que ella no te besa como yo, ella es solo una niña, no una mujer hecha como yo, lástima que a ella no le importas, entiéndelo eres un patético perdedor, vuelve con nosotros, valoramos tu trabajo, vuelve con Loki, encontraremos una cura para tu enfermedad, lo prome- Fue interrumpida.

-Cállate zorra, a nosotros nos importa, a mi me importa, sal ahora de aquí.- Habló mi amiga, nunca la vi tan enojada, se acercó a mi y la empujó.

Kassandra la miró con asco, dijo que  estaría esperando mi respuesta y se fue. Detenerla en este momento seria muy irresponsable de nuestra parte, y ella lo sabia. Cuando la puerta se cerró, Alice me abrazó y las lagrimas cayeron por mis mejillas, no sabia con exactitud a que se debían, tal vez al miedo de revivir el infierno en el que estuve sumido, o de cierta felicidad de escuchar a mi enana defenderme y decir que le importo. En algo Kassandra tenia razón, soy un perdedor, expuse a la chica que amo a un gran peligro,  no pude protegerla, ni fui capaz de protegerme a mi mismo.