Conviérteme en un bad boy ( #CBB 2) PAUSADA

CAPÍTULO 15 :

Dos días después , cuando por fin había podido recuperar mi ropa del coche y cogido todo lo que tenía, Finch me había dejado una maleta para llevarme todo lo que necesitase para el viaje.

- ¿ has subido alguna vez en avión ? - me pregunta.
- No, nunca he salido del país.

Desde la cabina una azafata nos dio las indicaciones. Nos explicó que debiamos hacer en caso de fallo en el avión y se despidió diciendo que tuvieramos un feliz vuelo y unas felices navidades.

Después de unas horas sobre la tierra, necesitaba estirar las piernas. Esto era agotador.

Me puse un antifaz y dormí durante un rato.
Finch me despertó para que comiera algo.
- Oye, ¿ no tienes familia ? - me preguntó. Sabía que no lo hacía con mala intención, pero a mí no me gusta hablar de ellos. De todas formas, se lo conté. Era al primer chico y persona que lo hacía. Confiaba en él.
- No quieren saber nada de mí, la única que se hablaba conmigo era mi abuela, y ella murió no hace mucho. Supongo que ya no me queda nadie. - empecé a hablar y no paré. Era una forma de librarme de toda esta carga. - Mis padres se han divorciado. Y mamá no quería mi custodia, era más fácil irse de viaje por todos los paises, con sus amigas. Si estaba yo, no podía hacerlo. Y papá se cansó de mí, dijo que no quería una hija que no siguiera sus pasos. Él quiere que sea doctora, pero a mí esas cosas no me van, así que nos peleemos y ninguno da el primer paso y estoy cansada de esperarlo y no voy a ceder, quiero estudiar en la facultad de arte, para ello primero tengo que trabajar y después estudiaré y me prepararé para lo que me gusta, la música, suelo componer algunas canciones de vez en cuando. Solo quiero eso, componer. Aunque también toco la guitarra y el piano. Y de algunas veces canto.

- Y yo me quejaba de que mi familia era demasiado protectora.

- ¿ De verdad les parece bien ?

- ¡ Claro! Además le caerás muy bien a todos.

Lleguemos a California. Recogimos nuestras maletas y nos dirigimos hacia las puertas.

Al atravesarlas, tres personas se lanzaron encima de Finch.

Yo me fui apartando del grupo.

- ¡Oh! Hola, tu debes ser Pinkih. - un mujer, que daba buen rollo, me abrazó. - Yo soy su madre, Bibi.

- Encantada de conocerla- le dije.

- Papá, mamá, Michael, ella es Pinkih. Una amiga - dijo Finch.

- Encantada de conoceros- digo.

Michael me ayudó con la maleta, a pesar de que yo podía con ella.

Nos montemos en su jeep y fuimos a su casa.

Durante todo el camino estuve mirando por la ventana. Este lugar era increible. Grandes casas, que se notaban que era de gente rica, coches demasiado caros, gente muy arreglada y excesivo dinero.

- ¿ Qué te parece ?- me preguntó Michael.

- Es increible. Yo me crié en un pequeño barrio, y no se parece en nada a esto.

- nosotros hemos crecido aquí, nos da mucha pena separarnos de nuestro hogar- dice Bibi- tenemos muy buenos recuerdos. Por ejemplo, Finch...

- No mamá, no le cuentes eso, es muy vergonzoso. - dijo Finch.

- Se lo voy a contar. - dijo decidida- Finch tendría unos 10 años o algo así. Él estaba enamorado de la vecina de al lado, que era 20 años mayor que él, así que un día decidió escriberle una carta. Pues bueno, la firmó como " señor Morgan ". La chica creía que había sido mi marido el que la había escrito- Finch cada vez se ponía más rojo- así que mandó a su pareja a hablar con nosotros. A Finch le dio tanto miedo que se hizo pipi encima y acabó confesando que él había escrito la carta.

- ¿ Te hiciste pipi?- reí

- A ver, era un niño indefenso amenazado por un hombre muy grande - intenta excusarse. Reí.

La familia de Finch era muy divertida.

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¡ Nos leemos en el próximo capítulo!

( Siento que sea tan corto, apenas he tenido tiempo para escribirlo)