07 | Futbolistas ciborg

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(Vamos a ver... ¿Está encendido éste trasto? ¿Uno, dos, uno, dos? Probando, Starsgames, probando. Ah, vale, gracias Rick)

Bueno gente, lectores que me conocen de antes saben perfectamente que soy incapaz de actualizar de manera organizada. O me sale algún plan, o no se me ocurre nada lo suficientemente bueno... Las escusas son infinitas. Pero aún así siempre tengo la necesidad de disculparme.
Sorry guys.

Mel y yo estuvimos conservando un buen rato. Era una chica tímida, sincera y muy tranquila. Le gustaba leer y los deportes, y aunque sabía bastante de fútbol, no jugaba.

- Y dime - Le pregunto con una ceja alzada.- ¿Crees que nuestro equipo ganará?-

Ella se recoge un mechón detrás de la oreja antes de responder.

- Sinceramente... El Raimon está en muy baja forma comparado con nuestros rivales, pero he oído por el instituto que han estado entrenando mucho.-

En baja forma dice, pienso sarcásticamente al recordar como salían del centro de entrenamiento.

Sobre todo "Don Sudoroso Blaze". O más bien, Don Presumido, porque aprovechaba cualquier oportunidad para deshacerse de su asquerosa camiseta. Aunque después de unos cuantos puñetazos en el hombro y alguna que otra regañina pilló la idea y esperaba a llegar a la caseta para refrescarse.

Ruedo los ojos con diversión recordando la escena y se me escapa una sonrisa.

- No se puede decir que han estado haciendo punto, desde luego.- Afirmo.

- Parece que te llevas muy bien con ellos.

- Sí, desde que me cambié al Raimon he estado alrededor del club de fútbol.

- ¿Eras gerente en tu antiguo instituto? - Cuestiona Mel, girando ligeramente la cabeza en un gesto curioso.

Me muerdo la lengua antes de contestar. No quería mentirle a Mel, me caía bien, pero le prometí a mi tío, el entrenador del Mar de Luna, que no desvelaría el secreto, o podrían denunciarle por falsificación de documentos y demás.

- Algo así. Todos mis amigos eran parte del equipo y yo estaba con ellos en todos los partidos. Gracias a ellos ahora el fútbol es parte de mi vida.-

Recuerdos de partidos, el sentimiento que me estremecía al sentir los ánimos de los hinchas, la alegría al ganar un partido después de tanto esfuerzo y la tristeza de la derrota... Todos aquellos momentos con mis amigos, con Michael, provocan que tomase una pausa antes de seguir.

- Cuando cerraron el instituto, pensé que...- Que no sería capaz de volver a jugar al fútbol, que si todos habían acabado lesionados era por mi culpa, que Jude Sharp y Ray Dark se merecían un buen puñetazo en los...- Que no sería capaz de volver a la rutina. Solo pensaba en mejorar para poder volver a mi antiguo instituto, pero la verdad es que antes de que me diese cuenta ya estaba día y noche en esa dichosa caseta. Los chicos me ayudaron a no pensar en el pasado, no hay otra forma de explicarlo.-

Mel asintió con la cabeza, dando a entender que me entendía. Intercambiamos una sonrisa y se levantó para recibir una llamada. Aproveché el momento para echarle un vistazo al estadio.

Cables de múltiples colores salían de la parte trasera de las gradas para conectarse a varias antenas y radares situadas sobre el campo. A parte de ese detalle, tanto el campo como el instituto enviaban una imagen de seriedad, precisión y perfección absoluta. Volví a observar las antenas, curiosa.

Tal vez eran para tener Wifi durante el juego. Me encogí de hombros levemente y pasé la vista al campo. Los jugadores saltan al campo y empiezan a calentar. Mel vuelve y hablamos del equipo mientras esperamos que de comienzo el partido.

Mar De Luna (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora