- En los otros cuartos de final se enfrentan el Instituto Occult y el Instituto Otaku. El que gane de los dos se enfrentara a nosotros en el partido de semifinales.- Informa Silvia.- Hemos mejorado mucho desde el anterior partido, no hay nada que temer.
- ¿Y si ellos también han mejorado? ¿Entonces qué? - Cuestiona Kevin.
Yo cruzo las piernas en silencio. Incluso desde mi sitio sobre una mesa apartada puedo ver la preocupación tangente del equipo.
Mi mirada viaja por todos los rostros, parándome en el de Nelly. Ella se gira para interrogar a las demás gerentes sobre el otro instituto, el Otaku.
- El Otaku es famoso por sus conocimientos y tiene alumnos del todo el país con gustos muy particulares. Éste puede ser el equipo más débil de todos los que participan en el Torneo de Fútbol Frontier... ¿Eh? ¡¿Pero esto que es?! -
Ladeo la cabeza, curiosa. Era la primera vez que veía a Silvia sonrojándose tanto. Ni que hubiera visto a Mark en pleno vestuario.
- ¿Qué ocurre?- Pregunta Mark, con una expresión inocente. Ahogué una risita, imaginándome la situación, y algunos de los miembros del equipo me miraron raro.
- Aquí pone que antes del partido los jugadores se pasaron el día en una cafetería... De doncellas.
- ¿Una cafetería de doncellas?- Exclama Willy, casi levantándose del asiento.
Rodé los ojos. Lo único que le faltaba a Willy para ser todavía más insoportable es que fuera uno de esos chicos que se pasaban el día en una... cafetería de doncellas.
Los demás chicos reaccionaron con confianza, y con razón. ¿De verdad íbamos a preocuparnos por un equipo que se comportaba así el día anterior a un partido?
Sin embargo, tenía un mal presentimiento. ¿Cómo había llegado hasta ahí el Otaku? ¿Suerte?
Entonces Celia entró corriendo en la caseta como un relámpago, gritando.
- Es el resultado del partido de cuartos de final, y no os lo vais a creer.- Exclamó, llamando la atención del equipo.
- El Otaku resulta ser unos cabrones de primera y han ganado.- Susurro, para evitar la regañina de las gerentes. Aunque por la mirada de cierto pelirrosa malhumorado, no lo suficientemente bajo.
Mi teoría se confirma al observar el 1-0 en favor del Otaku en la pantalla del ordenador.
Willy, que tras su intervención había permanecido en silencio, se levantó con una sonrisa extraña para acercarse al capitán.
- Si queremos saber como han derrotado al Occult, debemos informarnos en la cafetería.- Al ver la cara contrariada de sus compañeros intentó remarcar su punto.
- Si el Instituto Occult, con lo fuerte que es, ha caído, debe de haber algún secreto, y yo personalmente creo que la razón se encuentra en esa cafetería de doncellas. Vayamos allá, amigo Mark. Piensa que no sabemos nada del Instituto Otaku. Éste es el mejor sistema para conseguir la información que necesitamos para ganar el próximo partido.-
Evans parecía un poco incómodo con la propuesta pero, ¿qué otra opción tenemos? Además, por mucho que quisiera negarlo, ver a Kevin rojo como un tomate era sumamente adorable.
De hecho, más que el club de fútbol, parecíamos el club de los tomates andantes. Excepto Nelly, que tenía cara de "you have to be fucking kidding me".
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De camino al barrio de tiendas, donde estaba la dichosa cafetería, aproveché para llamar a Michael, pero Nate respondió diciendo que estaba descansando y que le harían unas tropecientas pruebas más en o que quedaba de día.
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Mar De Luna (Inazuma Eleven)
FanfictionMi nombre es Emily Love. Vengo del Instituto Mar de Luna con un plan. Y esta vez me vengaré de Ray Dark de una vez por todas.