Capitulo 3: Jason.

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Daniel.-

Salí de la clase de aritmética a mi casillero. Pase por los pasillos sin encontrarme a nadie.

Era obvio, todos estaban en sus clases.

Llegue a mi casillero, lo abrí, busque entre mi mochilas y estorbando mi chaqueta lo encontré.

"Aritmética avanzada 3º.

Daniel Nicols"

Si lo se, soy un maldito nerd en la aritmética. Es uno de mis secretos.

Camine hacia otra vez a la clase tarareando una canción, su nombre es "Boom Clap", es pegajosa.

Me faltaba un pasillo para llegar a la clase y... Esperen, ¿esos son gritos?

Seguí los gritos de donde provenían,

"¡Con un demonio, suelta me, me lastimas!", ¿Esa era la voz de Samantha?

Corrí lo más rápido que pude, llegue y la vi. Sus delicados brazos estaban siendo sujetados con fuerza, ella estaba al borde de las lágrimas. No podía reconocer bien al chico que la lastimaba.

-¡Sueltala! -Grite.

Vi que el chico giró su cabeza sin dejar de apretar los brazos de ella. Me vio y yo lo vi, Jason.

-Valla.. valla, tenemos aquí al señor Nicols. -Dijo sinicamente.

-Doosan suéltala. -Lo amenace.

-¿Escuchaste querida? ¡Dijo que te soltara! -Doosan la miro y el comenzó a reír como un esquizofrénico.

-¿Por qué lo haría? Mírala, ella es ardiente y hermosa. Me quedaré a jugar con ella..-Sujeto sus dos brazos con su mano y empezó a acariciar su pierna.

Ella le escupió en la cara.

-¡Eres un mal nacido! -Lo agarre y lo empuje, agarrando a Samantha para que no se callara junto con el.

Jason se levantó.

-Maldito hijo de... -Le di un puñetazo en su cara que este no pudo terminar de hablar y azoto contra el suelo.

Tome de la mano de Sam y salimos corriendo dejando a Jason tirado a la mitad del pasillo.

Cuando nos alejamos lo suficiente, paramos. La vi la mire fijo, detectando si tenía alguna herida o algo que le haya echo ese bastardo.

-¿Estas bien? -Pregunte.

-Si. -Tenía la cabeza agachada.

-Déjame ver tus brazos.

-No, no es nada, vete. -Me respondió.

Tome sus delgadas manos y revise sus brazos con delicadeza, tenía marcas. Ella me miro a los ojos, los tenía llorosos.

-¿Por qué lo hiciste? -Me dijo sin dejar de mirarme.

-¿Hacer que? -Seguía viendo sus marcas y las sobaba con mis manos.

-Lo que acaba de pasar.

-No iba a dejar que te hiciera algo, a una mujer no se le debe de tratar así. -Volví mis ojos en los de ella.

-Pero lo que tu haces con Jasmine y las... -La interrumpí.

-Eso es muy diferente. -Dije serio. -Jamás permitiría que le hicieran daño a una dama.

Ella sonrió levemente.

-Gracias Nicols.

-No es nada Sam. -Ahora yo le sonreí.

-¿Vamos?

-¿A dónde? -Dijo ella

-Tengo clase de aritmética. -Comenzamos a caminar.

-Yo de historia.

-¿Te toco con el calvito panzón? -Le sonreí y ella comenzó a reír. Era su verdadera risa.

-Si. -Dio un suspiro para dejar de reír.

-Vamos Sam, ¿me acompañas a la clase? -Junte mi frente con la de ella con nuestras manos entrelazadas y yo haciendo puchero.

-De acuerdo.

Llegamos al salón y entramos a la clase, la maestra no dijo nada de que tenga una alumna más, ella no se dio cuenta de que estaba en un salón de aritmética avanzada.

Estaba anotando en mi libreta lo que la maestra escribía en la pizarra, vi de reojo a Samantha y tenía una ceja alzada, yo sólo reí y volví a mis apuntes.

-¿Qué se supone que es esto? -Me dijo en susurro.

-Matemáticas. -Esboce una media sonrisa.

-¿Estas seguro? ¿Qué tiene que ver una casita arriba de una equis con un dos arriba encerrado con signos? -Me miro y la mire divertido.

-Parece que las matemáticas no son tus amigas.

-Las aborrezco, no me agradan, no aprendo nada, no entiendo como mi padre puede ser contador con tantos números y ecuaciones que aprender. -Se recargó sobre su banco y cruzo los brazos.

Dio un suspiro.

-Es una regla de tres. -Dije simple y la mire.

-Ni loca me aprenderé esos jeroglíficos. -Se tapó la cara y no pude evitar reír.

-¿Te puedo hacer una pregunta? -Le dije.

-Mhmm.

Estaba recostada en sus brazos y su cabello tapaba sus delicadas mejillas.

-¿Cómo sabes lo de Jasmine y las "demás"?

-Bobby me dijo, Dallas digo que lo ignorara pero el siguió hablando de lo mismo.

-¿Piensas mal de mi?

-Sólo pienso que puedes ser una pérdida de tiempo y un distractor.

-Por favor, me acabas de conocer. -Me incline hacia el respaldo.

-Aparte, pienso que eres un... Mujeriego. -Me miro.

-¿Y si no lo soy? -La mire.

-Me sorprendería.

-No me conoces del todo. -Volví a mi libreta.

-Tu tampoco. -Apoyo su mano sosteniendo su cabeza.

-No creas nada de lo que te digan. - Le dije serio.

-¿Acaso tienes miedo a que te sea difícil coquetearme? -Me reto.

-Sólo, amenos que yo te lo diga es verdad.

-Aja. -Volvió a acostarse en sus brazos.

-Si no pregúntale a Dallas, Mack y Bobby.

-Como digas Nicols. -No hablo más.

Realmente, es hermosa aunque yo la fastidie y ella pueda que me odio o no le agradé, sinceramente pienso que sería una gran candidata. Ojalá que el chico que sea su novio sea tan bendecido de estar con ella.

No me refiero a que yo quiera ser su novio, perdón, estoy apresurando el paso, mejor me callo y me concentro en... su sonrisa quizá.. Estúpido Daniel, ya cállate y centrate.

-¿Que es lo que tanto miras Nicols? -Me dedico una sonrisa.

-Lo he... -Interrumpieron la clase.

-Profesora, ¿me permite al señor Nicols porfavor?

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Perdón por el capítulo corto, no tenía tiempo pero les prometo uno más largó en unos días. :)

Espero que les guste.

Mi Preciada Droga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora