Poesía líquida.

25 de diciembre

Hoy he soñado que me agarrabas del brazo para decirme que todo había sido un fracaso, que los 6 años que hemos compartido como amigos no han valido para nada, porque siempre hubo algo más. Hoy también te digo que no te he esperado, que hay otro que me da lo que tu sólo supiste sacar a sonrisas. Pero que, aunque no seas perfecto, adoro cada mísero error por el cual me hiciste tuya, poco a poco y sin consciencia.

Y es por eso que cuando te levantas, con mirada de traición y engaño, yo no puedo sentirme más que pequeña, y dividirme en las mil lágrimas que sé que llorarás, puede que no por mí, sería egoísta pensarlo, pero sí por lo que pudiste llegar a haber sido, y que ya nunca serás. Y con eso me voy.

Hoy no he pensado que te encontraba, pero ha sucedido, otra vez, en la cafetería de la universidad, donde solíamos ir, tu y yo; tu memoria y yo, últimamente. Te has sentado a mi lado, sin sonrisas ni miradas sinceras. Has encendido el cigarrillo, que prometiste dejar al mes de conocernos.

A caladas has matado el tiempo, mientras yo miraba la espuma muriendo en el mar de café. Un "has cambiado" ha atravesado el silencio, y yo no he sabido más que contener la risa irónica. Tu nunca me llegaste a conocer como hubiera querido, ojalá que si...

Hoy no te he soñado, y de verdad que me arrepiento, porque no me puedo marchar. Lágrima, no sé de dónde ha salido, pero ahí estás. La besas, te beso yo a ti. Menuda imbécil. Si fuera un sueño sería buen momento de despertar. Lástima, en la vida real no se pueda volver hacia atrás, 6 años joder, y besarte cuando lo necesitaba 

                                                                                                     (y creo que tú también).