Desperté porque mi teléfono no dejaba de sonar.
-¿Hola?- Contesté adormilada
-¡¡BUEEN DÍÍA!!
-Cuanta energía Cande, ¿sabes qué hora es?
-Las 10:30 am, estoy esperando que me abras la puerta...
-¿Es hoy? ¡Perdón! Olvidé por completo que era viernes.
-Me di cuenta.
Había quedado con Cande para desayunar y mostrarles las fotos del viaje y con tantas preocupaciones lo había olvidado por completo. Bajé lo más rápido que pude hacía mucho tiempo no la veía y últimamente necesitaba sus consejos.
-Candeee- decía mientras la abrazaba con entusiasmo.
-Wow qué bienvenida jaja
-Subamos, hay mucho de que hablar
Subimos hasta mi depto. y mientras preparaba el desayuno comenzamos a hablar de todo lo que no me había contado durante mis vacaciones.
-¿Entonces la amas?
-Es que me hace tan bien y es tan hermosa- Decía manteniendo esa sonrisa estúpida que todos llevamos al enamorarnos.
- ¿Y es la correcta? ¿Estás segura?
No podía no preocuparme por su bienestar, después de todo Cande había estado tanto en los buenos como en los malos momentos desde que nos habíamos conocido, en el ingreso de la facultad hacía ya muchos años atrás.
-Si es la indicada o no no interesa, ahora lo es y estoy siendo muy feliz.
-Entonces me alegro de verdad amiga, sabes que siempre quise verte bien y cuando quieras pueden venir a cenar así la conozco y le doy mi aprobación
-Jajaja que tarada, está bien- Dijo mientras me desviaba la mirada.
Seguimos hablando y riendo por cualquier cosa, la vida con Cande era así llena de risas y bromas hasta que se percató y preguntó...
-¿Y ese anillo? ¿No me vas a contar? Te pierdo unas semanas y volvés con anillo.
-Qué exagerada, nos comprometimos el último día. Te lo iba a contar cuando viéramos las fotos pero al parecer no lo pude ocultar mucho.
-¡Ayyy felicidades amiga! Hubiera sido muy difícil ocultar ese anillo.
- Quise intentarlo, ahora vení que te muestro las fotos.
Mientras prendía mi laptop para ver las fotos Cande interrumpió mi concentración del momento diciendo...
-Creí que la habías tirado esa noche- Mencionó mientras la sostenía en sus manos.
-Emm... yo... ehh... sí, la tiré pero luego la saqué de la basura y la guardé en una caja. Por más daño que haya habido eso es todo lo que quedó.
Los recuerdos habían revivido de nuevo en mí y aunque no quise admitirlo seguían doliendo.
-Y... si la guardaste en una caja ¿Qué hace en este mueble?- Sabía que estaba confundida, podía notarlo en su rostro.
-Porque lo volví a pensar, Julián me pidió matrimonio en la playa como lo iba a hacer él y de pronto estaba pensando una vez más en su sonrisa, en nosotros y en nuestra historia.
Para cuando terminé de hablar estaba llorando y tenía a Cande abrazándome fuerte e intentando calmarme.
-Se que duele amiga, no merecías lo que pasó pero él no te merecía tampoco a vos, sos demasiado para él.
-La flor es todo lo que me queda de él, esa flor de metal es todo lo material que tengo. Me la dio la primera vez que salimos. Fuimos al Buen Pastor y le di la cadenita con su inicial que le había comprado por su cumpleaños y porque habíamos cumplido un mes.
Esa tarde conocí más de él que en todo el tiempo que llevábamos juntos. Me contó sus secretos y las cosas de su pasado que aún le dolían, nos sacamos un par de fotos. Al volver nos cruzamos con un artesano y él decidió comprarme esa flor, mientras el artesano la armaba le dijo "Si usted hace las cosas bien ella nunca va a sacar la foto de esa flor" y me la entregó, después de eso cada uno volvió a su departamento no sin antes despedirnos con miles de "te amo" y "te voy a extrañar".
Cande se quedó mirándome sin saber qué decir y yo ya no había podido aguantar más las lágrimas.
-Amiga está bien, no está mal que recuerdes pero eso es el pasado y te costó mucho superarlo como para volver a ese lugar. ¿Sos feliz ahora?
-Sí, lo soy. Julián me ayudó a estarlo, él me devolvió la sonrisa y el volver a sentir.
-¿Entonces?
-No lo sé. Estos pensamientos me estaban consumiendo y necesitaba sacarlos. Gracias por estar, de nuevo.
-No agradezcas, vos harías lo mismo por mí ¿Qué te parece si ahora vemos esas fotos?
Vimos las fotos, nos reímos hasta que nos dolía la panza. Luego Cande se tuvo que ir porque ya tenía otros compromisos pero prometió visitarme más seguido.
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Necio Corazón
RomanceElla siempre fue muy perfeccionista, le encantaba tener todo bajo control. Él ,sin embargo, le daba vuelta el mundo y la hacía perder el control de todo. Aún así ella se dejaba llevar a cualquier parte con él pero después de muchos años, promesas ro...