Eurídice se asegura de dejar tras ella
al menos una historia de amor verdadero
en cada ciudad que abandona
para descubrir una nueva.
Eurídice se alimenta de despedidas y
despegues sin pañuelo.
Regularente oye eso de "esto no es un adiós, sino un hasta luego" y
entonces ella tiene que ponerse muy seria.
"Pero vuelves en tres meses
un año
una semana"
no importa.
Ella levanta la cabeza y contesta
"sí, pero no seré la misma. Adiós". Sonríe.
Se va arrastrando su maleta
hacia la próxima aventura.