Capítulo 3.

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Narrado por David.

Otro día de clase, que mierda... otra vez los madrugones, las riñas por los suspensos y las siestas en clase. Menos mal que al menos tengo a todos mis amigos en clase.

Este día además ha sido un poco raro: llegué rápidamente al colegio gracias a que mi madre me llevó en coche y en la entrada me encontré con Pablo. Entramos en clase y en la puerta estaban Andrea y Alba hablando mientras esperaban a que llegáramos. En cuanto estuvimos a su lado nos saludamos y me acerqué a Andrea para darle un beso mientras la abrazaba por la cintura. Ella rodeó mi cuello con sus brazos y seguimos así hasta que nos interrumpieron.

-Bueno que, mejor dejaos de tanta ñoñería delante de nosotros no?- dijo Pablo burlón.

-No tienes otra persona a la que molestar que no seamos nosotros?- dijo Andrea girando la cabeza para mirarle sin dejar de abrazarme. Adoro cuando le responde así.

-Pues no, pero si insistes iré a molestar a uno de los frikis de la clase.-dijo él dirigiéndose al conjunto de mesas donde se juntaban los raritos para hablar.

No presté atención a lo que Pablo hizo mientras estaba allí. Seguí besando a mi chica hasta que él volvió pegándole una patada a una mesa, me fijé en que una de sus mejillas estaba muy roja. No pude evitarlo y empecé a reírme y a meterme con él.

-Jajajaja no me jodas que te has dejado pegar por una friki...-dije yo mientras le miraba.

-No puedes ser tan pringado Pablito- dijo Alba mientras se reía también- Y cual ha sido? Antón?

-Ha sido Lidia.-dijo él con un gran cabreo en su voz.

-Aún por encima, además de ser una friki, la que te ha pegado es una tonta de letras jajaja...-dijo Alba burlándose de él.

-Era de esperar, es la más bestia de todos ellos, y la que tiene más mala hostia jajajaja...-dije yo.

-Tienes que darle una lección, que sepa que una friki no se puede meter con nosotros.-dijo Andrea algo más seria que ellos y mirando de reojo hacia la mesa- Más concretamente observaba a Lidia abrazada por su novio mientras se reían de Pablo.

-Venga tampoco es para tanto, tu has ido a provocarla, lo estabas pidiendo a gritos.-dije yo tomándomelo a coña. No tengo esa clase de resentimiento hacia los frikis, en realidad, no veo tantas diferencias entre nosotros. Sinceramente, siempre he tenido curiosidad por saber como son en realidad, si son como dicen los estereotipos... o si tal vez llevamos mucho tiempo juzgándolos mal.

Pasado un rato tocó el timbre y Andrea se marchó a su clase, la que está justo en frente de la nuestra, ya que es un año menor que nosotros. Vimos como Lauren y Lidia se marchaban de clase para ir a la suya. Cuando estaban saliendo, Pablo y Lidia cruzaron unas miradas fijas que mostraban odio y rencor. Una vez se fueron, la tutora entró en clase y se puso a hablar.

Bien, hoy os cambiaré de sitio! Así que por favor según os llame, sentaos en el sitio que os indique.

Joo!! vengaa!! no por favor!! joder...!! -todos en la clase protestaban, nadie quería ser cambiado, todos estábamos sentados en grupos con nuestros amigos y no queríamos ser separados.

Tras una media hora de cambios y quejas, todos estábamos colocados. No me molestó gran cosa los cambios porque seguía teniendo a Pablo detrás aunque Ana estuviera un poco lejos, pero había algo nuevo y un poco incómodo. Una de las frikis, Enma, estaba sentada justo a mi lado callada y apoyada en su mesa con una cara un poco decepcionada. Supongo que le incomodaba un poco estar lejos de sus amigos y rodeada de populares.

Dile a tu amiga que se arrepentirá de lo que ha hecho.- le dijo Pablo. No se si lo que llamó su atención fue que él le hablara o lo que le había dicho pero decidí defenderla.

-Venga anda, tu solo estas fastidiado porque te ha pegado una chica jajaja.-dije yo para distraer su atención de ella, aunque no hacía falta, ella no estaba ni lo más mínimamente asustada, estaba riéndose sin control con una risa que me recordaba a una mezcla entre una foca y un burro. Al observarla y oírla no pude evitar contagiarme de su risa y empecé a reírme yo también.

L-lo siento jajaja es que... que te enfades por eso es... es un idiotez jajaja...- ella siguió riéndose y yo con ella. El que no se reía tanto era Pablo, que tenía un bastante grande cabreo en el cuerpo.

Así como de la nada, la clase terminó volando, casi no recuerdo haber hecho otra cosa más que reírme con Enma y ver la cara de enfado de mi amigo. Una vez la profesora nos dejó salir, vi como ella se alejaba con todos sus amigos al patio y poco después, Pablo, Alba y yo nos fuimos a buscar a Andrea y nos sentamos en unos sillones cercanos a la entrada.

Llegamos al patio y nos reunimos con otros amigos.

-Que tal las clases chavales?-preguntó el hermano de Andrea.

-Una mierda.-dijo Pablo todavía serio.- Nos han cambiado de sitio y nos han puesto a una de las raras cerca.

-Venga no es tan malo, la tía es maja. A ti no te cae bien por la ostia que te pegó su amiga por la mañana jajaja.

-Cállate!-dijo Pablo furioso.-ya se enterará esa que no se puede meter conmigo y salir tan tranquila.

-Y quien es la rara?-preguntó mi novia mientras me miraba.

-Es Enma.- dije yo tranquilo.

-Ugghh... no se como la vas a aguantar, ten cuidado no te vaya a contagiar alguna de sus rarezas.- dijo ella con cara de asco.

-Venga no te pases, parece maja y graciosa. Creo que me caerá bien.-dije yo tan tranquilo.

-Pero que dices? Los populares nunca nos juntamos con esa gente. Ya lo sabes: nosotros no les gustamos a ellos ni ellos a nosotros.-dijo Alba.

-Estoy tan cansado de oír esa frase... no creo que sea así, pero no vale la pena discutir con ellos, es como hablarle a un muro.

-Está bien está bien... lo que vosotros digáis...-dije yo mientras miraba a otro lado, no tenía ganas de discutir.

-Y que vas a hacer para vengarte Pablo? O es que vas a dejarlo correr?-dijo Andrea mientras le miraba seria.

-Ni de coña lo dejo pasar, no se que le voy a hacer todavía, pero está claro que va a pagar por esta. Se va a enterar de quien soy yo.-respondió él serio mientras miraba hacia la zona del patio en la que seguramente estuvieran ella y su grupito junto con Enma haciendo alguna de sus rarezas.

El resto del patio transcurrió con bromas y tonterías de como podría vengarse y otras trivialidades. Cuando tocó el timbre, todos volvimos a clase. Llegó la hora de ver como resultaba la convivencia con la friki con risa de burro.

La otaku y el popular.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora