A través del espejo (yaoi hard)

Capítulo 1: "La casa del espejo"

Había pasado cerca de un año desde que Xavier y yo nos conocimos, justo después de que despertase de aquel sueño.

En ese año, muchas cosas habían cambiado. Había entrado a la Universidad, había conseguido hacer nuevos amigos y mi relación con Xavier se había estrechado hasta rozar los límites.

Cierto día, decidimos quedar para hacer una pequeña excursión al campo, cerca del bosque. Al llegar allí, colocamos las cosas para poder comer al aire libre, sin embargo, Xavier tuvo la idea de dejar las cosas e ir a explorar un poco el bosque que nos rodeaba. Aquel bosque, extrañamente, te invitaba a adentrarte en su espesa frondosidad y, tanto era así que, antes de que pudiese darme cuenta, Xavier se había adentrado en su interior.

Fui en su búsqueda rápidamente, aunque, lo alcancé a unos pocos metros de donde habíamos colocado nuestras cosas. Y, sin apenas decirnos algunas palabras, empezamos a adentrarnos más y más en aquel bosque. No sabría decir cuánto tiempo estuvimos caminando, pero, cuando pensaba en que nos habíamos perdido y aquel bosque no acabaría nunca, nos topamos con un gran claro en medio de aquel lugar, y justo en el centro, se alzaba una enorme mansión completamente abandonada.

-Xavier, deberíamos volver a donde dejamos nuestras cosas.-dije algo asustado.-No me gusta nada este lugar.

-Vamos, Allen. No seas un miedica, ¿dónde está tu sentido de la aventura?

-Vale...-respondí con voz susurrante y me pegué a él para no perderme.

Xavier abrió la puerta con mucho cuidado, dejando que el horrible y grimoso sonido chirriante de la puerta fuera la interrupción de nuestra conversación.

El aspecto exterior de aquella mansión era bastante destartalado, con ventanas tapiadas y paredes medio caídas, en cambio, su interior se conservaba aún en mejores condiciones. Empezamos a inspeccionar todas las habitaciones –aunque desconocía realmente el motivo que nos empujaba a hacerlo-, todas estaban llenas de sábanas raídas, mugrientas y llenas de polvo que cubrían numerosos muebles. Solo nos quedaba una pequeña puerta, al fondo del pasillo, la cual descubrimos que conducía al desván.

El aspecto de aquel desván era prácticamente similar al del resto de la casa, salvo por una cosa. Al fondo del desván, una enorme figura descansaba sobre la pared cubierta con una sábana más oscura y con más polvo que todas las demás. Xavier alzó su brazo y tiró de la sábana, envolviéndonos en una gran nube de polvo. Una vez que esta se desvaneció hasta dejarnos ver, abrimos los ojos sorprendidos ante lo que ocultaba.

Un enorme y lujoso espejo adornado con oro, diamantes y piedras preciosas que daba un aire majestuoso a aquel lugar de aspecto mugriento.

-¿Qué hará esto aquí?-dijo Xavier mientras dejaba la sábana a un lado.

-No lo sé pero... Sería mejor que no lo tocásemos.

-¿Sabes? Siempre he tenido la curiosidad de saber cómo sería vivir al otro lado del espejo.

-¿Por qué? Es lo mismo solo que... al revés.-dije algo confundido.