Capítulo 15

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Kara se despidió de sus padres frente a su habitación y entró una vez se aseguró de que no podían ver el interior. Dentro, Lena y Jess estaban sentadas en su cama.

-Pensaba que te habían pillado -dijo la castaña acercándose a ella para abrazarla.

-Todo ha salido bien, Rhea piensa que se ha escapado, mi padre me ha defendido cuando me ha acusado de saber dónde estaba... -miró a Lena, la cual le dedicó una sonrisa.

-¿Qué vais a hacer ahora?

-Ya pensaremos algo.

Jess asintió y se volvió para darle un rápido abrazo a la morena.

-Me voy a dormir, hasta mañana.

-Hasta mañana.

Cerró la puerta con pestillo y se quitó los tacones, dejándolos en el armario.

-Siento que hayas tenido que mentir por mí -habló Lena.

-No te preocupes, no es la primera vez -se encogió de hombros.

-Si me descubren...

-¿No te has cambiado para estar más cómoda? -dijo observándola.

La morena negó con la cabeza sonriendo ante el cambio de tema, bajando de la cama, quitándose los tacones también y acercándose a ella para volver a abrazarla.

-Gracias por todo.

La rubia sonrió apoyando la frente en su hombro.

-Te he echado muchísimo de menos... -murmuró la morena alejándose, pero permaneciendo a escasos milímetros de sus labios.

Kara sintió de nuevo su corazón acelerarse cuando se volvieron a besar. Nunca le habían besado así, tan apasionado, tan ardiente y lento... Paseó las manos por su espalda en sentido ascendente hasta acariciar con los dedos el cuello de la camisa y se alejó para mirarle a los ojos.

-¿Puedo ayudarte...?

Lena soltó una pequeña carcajada y como respuesta bajó los tirantes del vestido de la rubia, dejándolo caer en el suelo. Ésta la imitó, desabrochando poco a poco los botones de la camisa, acariciando sus hombros para dejarla caer en el suelo; desabrochó su pantalón y entre sonrisas volvieron a los besos.

-Dijiste que nunca te había interesado ningún chico porque no habías encontrado a uno adecuado -dijo la morena sonriendo divertida.

-Nunca pensé... que sería la chica adecuada... -acarició sus brazos, paseando la mirada por todo su cuerpo.

-¿Nunca?

La rubia negó con la cabeza.

-Y... ¿soy la chica adecuada...? -siguió.

-No lo sé... Puede. Nunca nadie me ha hecho sentir esto.

-¿El qué?

Kara se mordió el labio y cogió la mano de la morena para colocarla sobre su pecho, para que sintiera cómo su corazón bombeaba sangre más rápido que de normal. Lena sonrió con ternura e hizo lo mismo, cogió su mano colocándola sobre su pecho y rió ligeramente cuando la vio sonrojarse al notar que su corazón iba igual de rápido.

Se inclinó para volver a besarla acariciando su espalda, pasando a sus hombros y bajando a sus pechos, aprovechando que no llevaba sujetador. Siguió bajando las manos a su abdomen donde se alejó para bajar la mirada.

-Nunca habría dicho que bajo esas camisetas escondías esto... -sonrió delineando sus marcados abdominales.

La rubia sonrió ligeramente llevando las manos al cierre de su sujetador para dejarlo caer. Se volvieron a besar mientras Lena rodeaba su cintura, caminando hacia atrás hasta que chocó contra la cama y se sentó en el borde. Levantó la mirada para observarla desde esa posición, aquellos ojos azules de aquella pequeña chica a la que ella ya consideraba su ángel. Kara se colocó a horcajadas sobre ella, colocando una pierna a cada lado de su cuerpo mientras sus lenguas seguían encontrándose en el centro de sus bocas.

Take You Home (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora