"FROM THE DINING TABLE (PARTE 1)"

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Taylor.

Esta noche Mark y yo vamos a salir a cenar. Hoy se cumplen dos meses desde que dejé mi vida en Inglaterra y vine a Estados Unidos. Pero no es eso lo que vamos a festejar. A Mark le dieron un ascenso en el estudio y me llamó muy feliz para contármelo. Incluso me dijo que había hecho una reservación en el mejor restaurant de Los Ángeles.

Estaba tan emocionada, hasta que me di cuenta de que no tenía nada que ponerme. La gente de Los Ángeles es muy glamorosa y excéntrica y no quería que en nuestra salida la gente me mire como a un bicho raro. Pedí permiso en el trabajo para poder salir un rato antes y así tener tiempo para buscar algún vestido. Necesitaba el vestido perfecto. Un vestido con el que Mark no pudiera sacarme ni los ojos, ni las manos de encima.

Ultimamente no estabamos teniendo unos días tan buenos. Peleamos bastante. El trabaja demasiado y yo paso demasiado tiempo sola.

Creí que estaba haciendo una amiga en el trabajo, hasta que un día la escuche imitar mi acento y reirse de mi con otra de nuestras compañeras.

Esa noche lloré hasta quedarme dormida. Mark no estaba en casa, llegó muy tarde, medio borracho. Las tres noches siguientes pasó lo mismo. Ya me estaba cansando y le dije que tenía que parar.

-¡Sos una pendeja inmadura!- Dijo arrastrando las palabras. -Dejame tranquilo. Trabajo doce horas al día. Si quiero salir a tomar algo cuando salgo de la oficina, lo voy a hacer. Así que acostumbrate.

Sus palabras me dolieron muchísimo. Tanto que lo dejé solo en la habitación y me fui a dormir al sillón con Olivia.

Olivia es una hermosa gatita blanca que adopté, porque de verdad necesitaba compañía y en ella encontré una compañera muy leal.

Quizás Mark tenía razón y sí soy muy inmadura. La diferencia de edad no es tanta, él tiene 25 y yo casi cumplo 19, pero en la convivencia, eso está empezando a pesar.

Es por eso que necesito encontrar el vestido perfecto. Hoy tengo que demostrarle que no soy una nena. Hoy me tiene que ver como una MUJER. Tengo que ser la mujer que él necesita.

Tarde dos horas en encontrar el vestido que había imaginado. Caminé muchísimas cuadras, pero al final valió la pena. Era un poco más caro de lo que esperaba, pero una vez que me lo probé, ya no habia marcha atrás. Juro que ese vestido fue hecho para mi. Me quedaba a la perfección. Sabía que no iba a encontrar otro que me quedara tan bien.

Tenía un corte que marcaba todas mis curvas, pero sin ser demasiado ajustado, el largo llegaba justo arriba de la rodilla y lo combiné con unos zapatos color champagne que hacían juego con el cinturón que traía el vestido. A decir verdad, estaba más que felíz con el resultado de todo el conjunto.

Ya estaba casi lista para salir de casa, sólo me faltaba agarrar la cartera

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Ya estaba casi lista para salir de casa, sólo me faltaba agarrar la cartera. Mark estaba bastante impaciente, hacía diez minutos que estaba esperándome en el auto. Y yo era un manojo de nervios andante. Quería que todo sea perfecto esa noche. Mark no me quiso decir el nombre del restaurant al que ibamos, me dijo que quería sorprenderme. No podía estar más feliz. Al fin todo iba mejorando.

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⏰ Última actualización: Mar 14, 2018 ⏰

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