Dime que me odias [#1] (Borrador)

Capitulo 1

Ahora mismo me encuentro subiendo a un tren que nos llevará a mi madre y a mi, lejos de este lugar.

Pensaba que mi familia duraría toda la vida unida, crecí en un hogar que sentía que todo marchaba bien, mi padre y mi madre tenían su trabajo estable, mientras que yo siempre he intentado dar lo mejor de mi, siendo la mejor alumna tanto en clase como en el conservatorio de piano, también he hecho baile de salón. si alguien viera mi currículum, estaría sorprendida de varias cosas que hago. Aparte siempre he sido amable, educada, amigable haciendo que tenga muchos amigos a mi alrededor y también un novio, que podría decir que rozaría la perfección a mis ojos.  Pero todo esto cambio, cuando mi madre habló conmigo para informarme que ha decidido divorciarse y mudarnos de ciudad, sentí que mi vida dio un cambio drástico, porque tendría que dejar todo a un lado, literalmente todo. 

De una manera tranquila o es lo que intente, acepte la decisión de mi madre, porque ella también va a sufrir en todo este cambio, puedo ver que aún quiere a mi padre, por eso tomó la decisión de salir de la ciudad, aparte de manera inconsciente aún vive del que dirán las personas que nos rodean, pero ahora mismo las personas que se encontraban en nuestro circulo pude darme cuenta que no sirven para nada, no eran personas cercanas, ya que todo este tiempo sabían la infidelidad de mi padre, aún mis propias amigas o mis falsas amigas, lo sabían y nunca me lo contaron. 

Todos estos cambios lo hicimos en pocas semanas, solo sé que ya tenemos donde vivir y a la universidad donde voy a ir, como mi madre tiene su propia marca de ropa, puede trabajar en casa y viajar cuando le sea necesario, creo que le vendrá bien esta lejos de las personas que nos conocen. 

-ya nos queda poco para llegar- dice mi madre- seguro que te gustará la nueva casa, la urbanización es tranquila y está medianamente cerca de la universidad

- seguro que me gustará y lo que leí, la facultad de derecho es buena así que podre sacarle provecho- sonrío, como el ritmo del coche era constante me quedé dormida.

- Ivi- escucho que mi madre me llama- hemos llegado, abro mis ojos y me percato que estamos delante del un hotel- ¿y esto?

- en si nuestra casa aún no está terminada, quedan algunas cosas  y como todo fue tan precipitado...

- no pasa nada mamá, disfrutemos estos días aquí- digo. 

Fuimos a nuestras habitaciones, que estaban conectadas, nos preparamos para bajar a cenar, en la cena mi madre me comento que este hotel pertenecía a nuestro vecino y me dijo que tiene un hijo que es mayor para mí por un año, así que tiene diecinueve años, lo último lo dijo con una sonrisa, creo que tiene algo en mente y no me agrada. Aparte tengo a mi novio, aunque estemos en ciudades diferentes, es el único que me apetece verlo, ahora mismo no quiero tener amigos, solo centrarme en los estudios. 

Así pasaron los días, estuve yendo con mi madre a comprar algunas cosas para la casa, visitamos lugares de la ciudad, en estos días lo que mas extraño me parece es que mi novio Román no contesta a mis llamada, ni a los mensajes, se me hace muy raro. Hoy no me apetecía hacer nada, así que decidí quedarme en la habitación viendo películas mientras comía comida basura, sentía que mis parpados me pesaban y tenía muchas ganas de dormir, cuando estaba quedándome dormida siento que mi teléfono vibra, así que lo desbloqueé y era un mensaje con un vídeo, me parecía extraño porque era de un número que no tenía guardado pero la curiosidad  me gano, así que le di iniciar, pero fue lo peor...

-¡Maldito!- grito- ¿Cómo pudo?- en el vídeo sale Román con una de mis supuestas mejores amigas besándose y más cosas, siento como mis lágrimas empiezan a salir de manera descontrolada, estaba empezando agobiarme por estar en la habitación, así que cogí la tarjeta y mi teléfono y salí del hotel, sentía como las paredes se hacían mas pequeñas y necesitaba aire libre para tranquilizarme, empecé a correr para sentir el aire en mi cara, no se cuantos minutos corrí, pero me detuve en un parque , tomé asiento  y empecé a respirar para relajarme, pero las dichosas lágrimas no les daba la gana de parar. La gente pasaba y me miraba, pero no me importa, cojo el teléfono  y marco a Román. Al segundo tono..