Dos adolescentes reencontrando su amor, quizas no son el típico cliche de un chico idiota y una niña nerd o de alguien rico con alguien de menos recursos, pues no, son solo dos adolecentes, una chica adorable y un chico con una protección impenetrab...
Renata ya baja por favor - grita mamá desde el primer piso, tan dificil es dejarme dormir un poco más. Soy Renata, tengo 17 años, quizás amo un poco demasiado dormir por lo que mi mamá es un poco exigente con los gritos mañaneros, aunque también tiene un problema con llegar bien a la hora, detesta llegar tarde o justo a la hora, es como una enfermedad, una odiosa enfermedad. Siguiendo conmigo, soy un alta, no soy la tipica chica popular , trato de llevar mi último año en paz y hasta el momento lo he logrado, lo he hecho bien.
Renata, te levantas ahora mismo o simplemente para que vas a clases ¿no crees?- llega mi mamá golpeando la puerta haciendo un show extremadamente horrible, y con sus exageraciones.
Mamá ya voy- digo dando unos bostezos.
Ah claro -dice mi mamá soltando un suspiro- te paras o te vas sola a clases - si pues es lo que estas pensando, mi mamá me lleva todos los días a clases, me sirve para llegar odiosamente a la hora- sabes que ya no te diré nada, haz lo que quieras -dice saliendo de mi cuarto, ojalá fuera verdad pero no, si hago "lo que yo quiera" me mata y me deshedera. Me levanto de la cama con muy poco animo y me dirijo al baño.
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Mi pieza era clasica aunque tenia mi propio baño, un escritorio, un tipico closet que estaba por explotar y muchos cajones, mi mama pidio cajones pegados a las murallas para que no estorbaran y no ocuparan espacio inútilmente, la mayoría estaba lleno de kilos de hojas y pruebas ordenadas por año y asignatura, me gustaba ordenar cuando estaba desocupada.
Me acerqué a la television a poner algun matinal para "escuchar la hora" ,ya sabia que no habia mejor reloj que mi mamá.
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-Reni apresurate ya! - me grita mi mama desde el primer piso y me logra sacar de mis pensamientos. -Ya voy madre- le respondo entrando a la ducha. Logró encontrar al fin las calcetas del uniforme y recuerdo que es mi último año, realmente no quiero salir, es agotador dejar todo, pero tengo que hacerlo.
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