—Entonces no hay cocina nueva... —murmuró Ash para sí misma cuando iban bajando las escaleras—. Ni desayuno caliente esperándonos en alguna parte.
—¿Qué cocina nueva? ¿De qué estás hablando?
Ella soltó un suspiro cargado de pena y siguió bajando los escalones uno a uno mientras se levantaba el camisón para no tropezar.
—Nada, olvídalo. ¿Y qué vamos a desayunar sin nadie que nos cocine, Parker? ¿No habías pensado en eso? Voy a desmayarme en cualquier momento.
Parker le sonrió a su esposa para intentar darle ánimos y brindarle seguridad.
—No te preocupes, ya pensé en eso hace varios días —comentó mirando a sus alrededores ya sin asombrarse por el deterioro de la casa. Él también se había sentido horrorizado la primera vez que había puesto un pie dentro de esa casa luego de muchos años de ausencia, pero el pasar de los días y la esperanza de que todo mejoraría pronto le habían permitido que dejara de hacerlo.
La condujo a la cocina, que era la misma que Ash había confundido con una reliquia y le ordenó que se sentara en unas desgastadas banquetas de madera antes de comenzar a sacar los utensilios de la alacena.
Ash lo observó mientras colocaba dos vasos en la mesa y los llenaba con leche que tenía en una botella antes de poner frente a ella una bandeja llena de pastelillos.
—Pedí que los trajeran ayer por la tarde. Hay dos mujeres del pueblo que vienen a limpiar una vez por semana. Ellas se ocuparon de preparar todo para tu llegada.
La joven no comentó nada porque no quería sonar desagradecida, pero le pareció que no habían hecho el mejor trabajo de todos. Lo único que imaginaba que esas dos mujeres podían haber preparado era la cama.
Sintió pena por su pobre esposo, estaba claro que hacía lo que podía con lo poco que tenía y ella agradecía sus nobles intenciones porque eran una sincera demostración de amor.
Tomaron su desayuno en muy poco tiempo y Ash se obligó a sonreír, alabando los pastelitos que no era ni de lejos una comida apropiada para esa hora del día, y que tampoco estaban tan apetecibles como le hizo creer a Parker, pero sintiéndose muy orgullosa de sí misma por la madurez con la que estaba manejando la situación.
—Entonces...—murmuró enderezando la espalda y alzando la barbilla—. Imagino que usaremos parte del dinero de mi dote para restaurar la casa y contratar sirvientes, ¿verdad? Por muy... romántico que sea todo esto, no es sostenible en el tiempo. Voy a empezar a rodar si como pastelitos todos los días y a toda hora.
El conde hizo una mueca que enseguida intercambió por una sonrisa.
—Tranquila, querida. Eso es exactamente lo que haremos —asintió con un guiño—. Tendrás una casa bonita dentro de muy poco. Sin embargo, no podremos permitirnos grandes lujos hasta que mi negocio dé sus frutos.
ESTÁS LEYENDO
Un corazón traidor
Historical FictionAl contraer matrimonio con la joven lady Ashleigh, lord Brookshire ha resuelto sus dificultades económicas, pero sus verdaderos problemas acaban de comenzar y el conde descubrirá que los grandes errores tienen un alto precio. *** Lady Ashleigh Westo...
Wattpad Original
Te quedan 4 partes más de forma gratuita