Ticci Toby (Creepypasta) y T/n

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Era un día frío. Las nubes tapaban el sol y el oscuro cielo amenazaba con soltar una tormenta. El aire helado rozando su cuerpo la hacía temblar y estremecerse. No se había preocupado en abrigarse ni un poco antes de salir de su casa. Sintió un fuerte viento causando que se detuviera unos segundos, abrazándose a sí misma y con la mirada al suelo. Allí estaba T/n, caminando con la cabeza gacha, hacia el bosque. Donde nunca la encontrarían. Estaba harta de tanta violencia. Las cicatrices sobresalían de su cuerpo con una tonalidad diferente a la de su piel. Sollozaba. Sabía que se estaba alejando de todo para iniciar una nueva vida.
Se adentró en el bosque, sabiendo que si entraba, no volvería jamás. Lágrimas escurrían por sus mejillas mientras daba pasos lentos y cortos por el bosque.

Pasaron horas. No encontraba nada, ni un rastro de vida. Tenía hambre y sus piernas temblaban. Estaba cansada, pero no podía detenerse hasta encontrar un lugar seguro donde resguardarse. Escuchaba el ruido de las hojas crujiendo bajo sus pies y su respiración entrecortada.
Estaba perdida y lo sabía. Se sentó al pie de un árbol, soltando un sonoro suspiro. Abrazó sus piernas dándose calor a sí misma. Se sentía bien. Estar lejos de su casa, sin sus agresivos padres...era simplemente placentero.
Después de quedarse pensando un gran rato, imaginando que hubiera pasado si no hubiese escapado, se quedó profundamente dormida.

No muy lejos de ahí, se encontraban tres chicos de diferentes edades caminando por entre los arbustos.

—Si Slender llega a enterarse de ésto, nos matará.—dijo uno de los chicos.

—Pero ya estamos aquí, es muy tarde para que te preocupes.—dijo otro chico, que llevaba una máscara.

El otro chico seguía su trayectoria en silencio. Apenas hace dos semanas los había conocido y no se veía dispuesto a entablar conversación ni con ellos, ni con nadie.

—Bueno sí, tienes razón, sólo lo mencionaba por-

No terminó su frase al ver a una joven dormida al pie de un árbol. El trío de chicos se detuvieron.

—¿Qué tanto miramos? Es solo una chica.—dijo el de la máscara con un tono irritado.

—Podemos llevarla con Slender...se ve que viene de la ciudad, puede servir de algo.—dijo ésto último con un tono de timidez al notar que ambos chicos lo miraban.

—Nada mal para ser el nuevo.—dijo el enmascarado.

El del pasamontañas se encargó de llevarla en sus brazos mientras el de la máscara pálida revisaba el estado de salud de la chica.

—Sólo tiene la presión baja.—dijo despreocupado.

Caminaron a su hogar con la chica aún dormida. Al llegar, el de ojos avellana sólo se retiró con la mirada abajo, hacia su cuarto.

—Déjala en el sillón, Hoodie.—dijo el de la máscara.

Hoodie obedeció y la dejó en el sillón mientras se marchaban esperando a que despertara.

El castaño se encontraba en la cocina preparándose algo para cenar. El todo el día no había querido tocar alimento y finalmente se había animado a hacerlo. Se sentó en la pequeña mesa a comer mientras veía atentamente a la chica, que se veía un poco pálida.
Éste dejó su comida en aquella mesa y fué a revisarla. Notó que el corazón de la chica latía muy rápido y seguido de ésto tocó su frente para revisar si tenía fiebre. Ella al sentir esto despertó, a lo cual el de ojos avellana se sobresaltó y la miró a los ojos.

One-Shots (de todo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora