Estaba muy entusiasmado desde una semana atrás...
Pronto iba a entrar a la preparatoria, e iba a conocer a nuevas personas que entrarían a mi vida por tres años... aunque yo no quisiera. Estuve preparando miles y miles cosas para que todo estuviera perfecto para ese día: -"!Mamá!"-grite desde mi habitación -"¿Puedo llevar mis Converse el primer día?"-, desde la cocina pude escuchar un rotundo "No", el cual indicaba que debía llevar zapatos, ya que la preparatoria a la que iba a entrar era muy estricta con los códigos de uniforme y aseo, aunque no parecía cuando llegue la verdad.
Días después, mamá me llevo con ella a un centro comercial, al parecer no le gustaba que llevará la misma mochila que la de la secundaria (era eso, o que estaba muy rota la verdad). Recorrimos todas la tiendas hasta que encontró una de su agrado y la compró. Aún recuerdo su cara cuando le dijeron el precio, casi se desmaya en plena tienda. Después de comprarla, me llevo a una tienda de helados que quería probar, y de ahí fuimos por el auto para después ir a casa.
Los días cada vez eran menos, quedaban 2 días y aun faltaban las plumas y cuadernos provisionales que usaría para tomar notas de como los profesores querrían sus cuadernos, al parecer a mamá se le habían olvidado.
Era domingo por la noche, y yo acostumbraba a bañarme en la noche ya que en la mañana no tenía mucho tiempo que digamos. Así que tome mi ropa para después de bañarme usarla para dormir. Después de salir y ponerme la ropa, me tome el tiempo para sacar la nueva ropa ya que al siguiente día sería el primer día de clases. Termine la ropa y ahora debía acomodar mi mochila: meter las plumas y cuadernos que iba usar.
Por fin era el día. Los pelos de punta, la cara aun dormida, pero con la emoción de que era el momento de dar un nuevo paso en mi etapa escolar. Mamá, como de costumbre, preparando mi desayuno en la cocina. Y así quedaba menos para que empezarán las clases.
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UNA VERDADERA HISTORIA DE AMOR
RomancePues este es una historia que es basado en algo real... Quizá te pueda gustar Algunas cosas pueden ser un poco salidas de lo realmente vivido, ya que no se puede recordar todo a la totalidad.