El ladrón de ojos esmeralda

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Pequeños pasos sigilosos abrieron la puerta sin hacer ningún ruido, el dueño de la habitación tenia todo a oscuras a pesar de ser ya las 10 de la mañana, el intruso miro el bulto sobre la cama agazapándose para atacar, al ver como este se movía dio un salto sobre la cama aplastando al el pobre chico que dormia placidamente, el joven quien grito del susto pataleando para defenderse de su agresor.

-Aaaaaaaaaaaaaaahh auxilio!..

-Jajajajaja tu cara dios mio tu cara!!!.. hay Alex eres tan gracioso!

-Ana?.. pero que, acaso estas loca casi me da un infarto!

-Es tu culpa enano ya son poco mas de las 10 que pretendes dormir todo el día? o ya vas a entrar en invernacion.

-No seas estúpida es domingo a quien le importa si me levanto tarde? déjame dormir estaba soñando con pastelitos!

-Aah... no se como demonios no engordas pareces un hueso y tragas mas porquerías... pero solo espera una semana y veras que esos pastelitos comenzaran a pasarte factura.

-Aah calla y por que me despertaste?

-Markito te llamo por telefono.

Al escuchar eso Alex dio un salto de la cama saliendo de la habitación para ir a responder el teléfono en la planta baja, no sin antes darle un beso a su madre quien estaba pasando con ropa para lavar, mientras su padre paresia tronco sobre el sofá seguramente dormido, llego al teléfono y respondió.

-Alo, buenos días Mark! donde estas hace mucho ruido, he quieres que vaya al centro? bueno sabes que mis padres no me dejan ir solo al centro tendría que preguntarles primero... de acuerdo espera te mandare un mensaje desde mi celular y te aviso que me dijeron ok?

Al escuchar el "ok" desganado de Markus como respuesta, Alex sonrió enorme y muy emocionado llendo hacia el patio trasero donde seguro su madre estaba lavando.

9:30 de la mañana

Se había quedado dormido un rato en el autobús cuando escucho al conductor gritar "ultima parada" se removió estirándose al ver a todos bajando noto que ya había llegado, desganado se comenzó a bajar por la parte trasera del camión mirando la multitud de gente gruño "que acaso no tenia nada mejor que hacer esta gente en sus casas" se decía para si mismo comenzando a caminar hacia el centro comercial donde se encontraba la librería, en realidad había una mas cerca pero el quería ir a bobear un rato chocando por "casualidad" con un hombre y disculpándose con el por su "torpeza" cuando siguió caminando Markus sonrió de lado como un diablillo, abriendo una cartera que no era suya..."bien ahora tengo dinero para gastar" se dijo al ver 500 pesos en la cartera aun que al parecer el hombre vestía bien no era lo que el esperaba encontrar en la cartera la cual boto de inmediato en un cesto de basura cercano, había caminado sin rumbo por media hora, ya había comprado los malditos libros antes de que cerrarán la librería y miraba los mandados que su madre le había pedido, pensaba ir al super de la plaza a por cosas como lava-trastes y trapitos de limpieza... pero miro el ultimo recado de la lista haaa era en serio, no era omega pero aun así era vergonzoso ir a comprar a la farmacia supresores...cuando una lucesita en su cabeza se prendió "Alex" pensó, el era perfecto para este trabajo y después le invitaría al cine con el dinero robado cosa que ya había asaltado al rededor de 3 o 4 chicos y era una buena cantidad de dinero para gastarlo en la dulceria y los boletos... no era exactamente muy honesto pero estaba seguro que el ingenuo chico caería en la trampa, saco su celular de la pequeña maletita que cargaba y marco un numero.. el timbre sonó pero lo mandaba a buzón "genial seguro el maldito seguía durmiendo o con el celular apagado" así que no tuvo mas remedio que llamar a la casa del chico busco en sus contactos y marco escuchando el timbre tres veces cuando una voz femenina se escucho en la bocina.

entre balas y pasteles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora