- ORIEL: Esta facción es descrita como la peor facción por los pocos que lograron sobrevivir a este grupo. Se caracteriza principalmente porque las personas no suelen ser amables, y mucho menos piadosas. Cada persona tiene su pensamiento en ese lugar, y suelen separarse en grupos según sus pensamientos, y se arman guerras entre dichos grupos.
Mientras trataba de procesar la información, el viejo me habló.- Oye, tengo unos caballos ahí fuera. Hay una forma de salir, pero es un poco alocada. Debes de saltar desde la cima de una montaña hacia un pozo que parece el vacío, pero lo peor; debes hacerlo justo en el amanecer, o si no, morirás en la caída.
- ¿Es esto una especie de broma?.
- No, extranjero. Y si quieres salir, prepárate, no hay mucho tiempo si lo que deseas es salir. Oye, escúchame.- dijo mientras sacaba dos rifles de su mochila.- ¿Sabes usar uno de estos?
- Bueno, tengo un poco de experiencia, pero solo sé lo básico.
- Eso será suficiente. Oye, tengo un plan, iremos en los caballos hasta el pozo, pero hay un problema, hay lobos por todos lados, es por eso que necesitamos estas preciosidades.- dijo mientras señalaba ambos rifles.- Lo mejor que podemos hacer es dormir hasta el amanecer, yo te despierto, no te preocupes.
- Bien, oye... Gracias.
- No hay de que, extranjero.- respondió mientras me guiñaba un ojo y se acostaba.
De repente estaba en un lugar... Que parecía el infierno, gritos de dolor, fuego y lava por todos lados, sangre, muerte. Era... Simplemente horripilante.
Lo que parecía el mismo diablo apareció en frente mío, con una sonrisa diabólica, un tridente con gotas de sangre en sus manos, una mirada perturbante, y una voz chillona pero escalofriante.- ¿Que haces aquí? ¿Acaso quieres hacer algún sacrificio? dijo mientras jugaba con sus manos terroríficamente.
Quedé helado, ¿que ironía no? Helado en el infierno. Me mantuve de esa forma un par de minutos, mientras veía que cada cierto tiempo el diablo arqueaba una ceja.
- Tardas mucho, lo siento y gracias.- dijo a la vez que preparaba su tridente y lo clavaba justo en mi estómago, levantando el tridente atravesado en mi cuerpo hacia el aire.
El dolor que sentía era simplemente inmenso e increíblemente desagradable. Sentía como sangre subía desde mi garganta hasta quedar en mi boca, y caer por mis labios, mientras veía la perturbadora cara de Satanás riéndose. Con lo poco de vida que me quedaba, pude ver como el causante de mi dolor trataba de introducirme en su boca de un solo bocado, y mi estado en ese momento no me permitía hacer básicamente nada. Me acercó a sus dientes filosos que me recordaban a los de un tiburón. Abrió su boca tal cuál cocodrilo y cerré los ojos.
...
- Extranjero, Extranjero, ¡Extranjero!
Elevé mi torso, a la vez que aclaraba la vista y trataba de procesar la información.
- Vamos, o llegaremos tarde. dijo mientras suavemente me lanzaba uno de los rifles.
Lo atrapé, me levanté y, aún casi dormido salí de la carpa, me subí a uno de los caballos y empecé a montarlo. Esto se me hacía demasiado fácil ya que de pequeño andar en caballo era uno de mis hobbys favoritos, y no había perdido la práctica.
El viejo iba delante mío, al instante en el que salimos, ya empezaban a salir lobos que nos corrían como si su vida dependiera de eso.
Desenfundé mi rifle y me dí vuelta confiando en que el caballo esquivaría los obstáculos, y empecé a disparar a los lobos, dejé atrás y muy heridos a algunos de ellos, sonreí triunfante y me dí la vuelta, el caballo había intentado esquivar una piedra grande en la nieve y, para desgracia mía, no le salió. El animal cayó de lado, intentó levantarse pero los lobos que quedaban lo estaban destrozando. Había perdido de vista al viejo, así que empecé a correr desesperadamente hacia donde se dirigía al caballo anteriormente.
Algunos lobos seguían con el caballo, pero tres seguían tras de mí. Saqué mi arma, tratando de no perder ni un segundo, y giré mi torso apuntando a mis objetivos, quité el seguro y apunté cerrando un ojo, jalé el gatillo, sólo para escuchar el sonido que un arma suelta al no tener munición. La rabia me ganó y le lanzé el arma en la cara a uno de los lobos, no sirvió de mucho pero lo relantizó un poco.
Mis piernas empezaban a cansarse extremadamente, y me pasaba el recorrido jadeando del cansancio.
Empezaba a tropezarme seguido y, finalmente, caí rendido al suelo. Sentí como los lobos subieron encima mío, y empezaban a morderme muy fuerte mis brazos, ya me estaba dando por muerto, cuando escucho un disparo y veo caer a uno de los lobos encima de mi inhabilitado cuerpo. Luego otro, y el otro.
Como pude, aparté a los lobos de encima mío y pude ver al viejo apuntando con su arma y su caballo a su lado. Vino corriendo y se agachó a mi lado, empezó a sacar unas vendas para cubrir el dolor causado, no sin antes aplicarme un desinfectante sobre las zonas dañadas. Me agarró de la cintura y me subió a su espalda hasta llevarme a su caballo. Subimos a bordo del animal y le hicimos correr hasta el pozo del que debía salir de Pirio. Aún con mis heridas traté de pararme en el caballo para saltar al aproximado pozo.- Oye extranjero, una cosa más. Cuando saltes, cierra los ojos, no importa lo que pasé, cierra los ojos. Suerte en Oriel, y nos vemos en otra vida. dijo un poco fuerte para que le escuche mejor.
- Nos vemos en otra vida, ah y gracias de nuevo, estoy eternamente agradecido contigo.
Antes de poder escuchar alguna respuesta de su parte, salté sin pensármelo y cerré los ojos en el aire, me acomodé en posición fetal para, al menos, estar más cómodo.
Como siempre, abrí los ojos y aparecí en... ¿Un campo de guerra?Bueno, a ver 993 palabras en total de la historia, sinceramente no se pueden quejar, ya que supuestamente el límite eran 400 palabras, y definitivamente lo sobrepasé. Si el capítulo es así de largo, el próximo capítulo será el epílogo. OTRA COSAAA, ESTAMOS EN #94 EN EL GÉNERO ESPIRITUAL, LO CUÁL ME ALEGRA Y ME LLENA DE ORGULLO, SE QUE NO ESTOY EN #20 o #10, PERO ESTAR AUNQUE SEA EN ESE PUESTO... SIMPLEMENTE ES LO MÁS 💙
A partir de ahora los voy a llamar "PEERRAS"
ESTÁS LEYENDO
Perdido Entre Almas y Pensamientos. (Finalizada)
SpiritualDesperté en un lugar extraño, escuchando llantos y gritos de sufrimiento, mi lugar no era ese, definitivamente no pertenecía ahí. Aún sigo buscando la salida, ¿vamos?