Desperté en un lugar extraño, escuchando llantos y gritos de sufrimiento, mi lugar no era ese, definitivamente no pertenecía ahí. Aún sigo buscando la salida, ¿vamos?
Como siempre, abrí los ojos y aparecí en... ¿Un campo de guerra?
O eso es lo que parecía. Miré a mis alrededores y un disparo rozó mi mejilla. Intenté encontrar a la persona que había disparado, y un disparo rozó mi brazo, sin pensarlo, empecé a correr sin saber hacia donde estaba yendo.
Tropecé; cayendo al suelo y lastimando mis piernas y parte de mis brazos, pero nada que no me permitiera seguir. Escuché unos gritos cerca, no entendía absolutamente nada, pero me estaban persiguiendo y no pensaba dejar que me atrapen. Seguí corriendo y mis piernas empezaban a cansarse extremadamente, ahora me tropezaba frecuentemente, pero vi el fin de mi camino; una cascada. Me dí la vuelta y 4 hombres armados estaban apuntándome, del medio del grupo salió otra persona... Una mujer con aspecto rudo.
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Ella me observó de arriba hacia abajo con cara de desagrado e hizo una señal a los hombres mientras caminaba por donde había llegado, y dos de los hombres se fueron detrás suyo.
Dos de los hombres se acercaron y me agarraron de los brazos. En ese instante pensé: RECUERDA QUE NO DEBES CONFIAR EN NADIE NI TENERLE PIEDAD A NADIE. Así que rápidamente le dí con mi codo a uno en su cara, mientras al otro le había dado una patada en su entrepierna. Dejando debilitados a ambos y agarrando a ambos por su brazo y arrojándolos hacia la cascada. Sus armas habían caído al suelo durante los golpes así que las agarré y me fui por otro lado, pues no era muy seguro volver por donde se habían ido.
Escondido entre las plantas, visualicé a la mujer con ambos hombres detrás. Recargué mi arma y apunté, quité el seguro y un golpe en mi nuca sentí. Quedé inconsciente.
Tiempo después desperté amarrado a un palo, con fuego bajo mis pies y hombres arrodillados y diciendo una serie de palabras extraña, que claramente no estaba en un idioma que conocía. Luego la mujer apareció detrás mío, y pude sentir que la soga que amarraba mis manos hacía contacto con un cuchillo o algún objeto filoso. Me quejé y rogué, pero fue para peor; me pusieron cinta en la boca. Poco después de eso caí de espaldas al fuego, como pude me levanté, cosa que casi no sirvió; empezaba a recibir disparos de todos los hombres ahí presentes. Recibí uno en mi cabeza y ahí... Todo acabó, ya no veía nada, no sentía las quemaduras que el fuego me estaba provocando, ni los disparos que seguía recibiendo, ni mi corazón latiendo a mil por segundo... El sufrimiento había acabado para mí. Había muerto sin poder salir.
...
-¿Eddie?, Eddie, ¡Eddie! ¡Otra vez te quedaste dormido, vamos, o llegarás tarde a la universidad!
Tiempo después
Entendí que todo era una pesadilla, absolutamente todo: las almas, los cuerpos, los dioses, el viejo, la guerra. Todo era una pesadilla. O eso es lo que pensaba, aún aquí sigo viendo almas, cuerpos, al viejo, a la mujer. Todo se había conservado en mi mente, y ahora, cada vez que duermo, absolutamente siempre, sueño lo mismo pero con diferentes acontecimientos y finales. Eso no es una simple pesadilla; forma parte de mi mundo y estoy seguro de que significa algo, y aunque aún no lo haya descubierto, pienso hacerlo como sea.
