The8(Minghao)& Joshua (Hetero)/Peleando por ti

segunda cita

Al día siguiente Joshua me despertó.

-ya veo que ayer decidisteis tu y él pasar el día fuera...

-si...

-bueno prefiero no saber que paso y disfrutar nuestra cita de hoy

Seguí a Joshua a paso lento y subí en su pequeño y destartalado coche. No sabía dónde íbamos, pero me encantaban las sorpresas así que esperaba con ansias llegar al lugar.

-¿recuerdas que me dijiste una vez?

-¿sobre qué?-dije al ver la puerta de un instituto

-me contaste que tu nunca habías salido de casa, que te pasabas los días mirando series de la televisión de adolescentes... ya tienes una edad en la cual no iras al instituto así que pensé que antes de morir te gustaría ver como en un instituto... quería ser yo el que te mostrara algo así y así ser especial para ti

-¿aún te acuerdas de aquello?

-si...-sonrió tímidamente-no es el sitio más romántico pero el gimnasio tiene colchonetas

Empecé a reírme.

-me encanta tu sonrisa... vamos... que el director no me ha dejado todo el día

-¿Cómo conseguiste las llaves?

-es un familiar con el que apenas hablo... pero bueno me ayudo igualmente-dijo rascándose la cabeza como delatando su incomodidad

Las ventanas de arriba eran la única luz del gym, Joshua se había encargado de dejar todo a oscuras. Después de haber dado un tour por todas las aulas habíamos decidido quedarnos tumbados con las colchonetas, sin duda eran lo más cómodo del lugar.

Nada más tumbarnos la acción empezó.

Él me empezó a besar y yo seguí con ello. Y como quien no quería la cosa en cosa de unos minutos ya estábamos sin ropa.

Fue como siempre, maravilloso, perfecto, seductor, excitante...

No tenía quejas sobre sus labios, sobre su húmeda lengua, sobre su suave piel... todo era tan inmejorable que esta vez sí...

Esta vez cuando vi su entrepierna levantarse si le ayudé. Por si era la ultima esta vez no iba a dejar que se fuera al baño solo.

-¿lo vas a hacer?

-si...-dije y luego bajé mi mano

Por una parte, verlo disfrutar de aquella manera me avergonzaba, pero por otra parte me gustaba demasiado. Me hacía sentir el control, poderosamente sexy...

Cuando ya se hizo demasiado tarde nos vestimos y fuimos al coche. Estaba muy feliz, pero de pronto desperté del sueño y recordé todo por culpa de las palabras de Joshua.

-recuerda ______, tienes que escoger...-dijo triste-tengo miedo de que esto sea una despedida, ¿sabes?

Mi sonrisa desapareció al instante.

-yo no quiero escoger...

-tienes que hacerlo

-no os quiero hacer daño

-mas daño nos harás si todo sigue igual... yo... yo te quiero... te queremos supongo vaya, pero... enserio... te quiero...

Aquella confesión me transmitía sentimientos mezclados, era una felicidad triste...