Uno

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Lee Nabi: 17 años, cabello corto y flequillo. Ruda por fuera pero toda una romántica empedernida dentro de las cuatro paredes de su habitación. Es fan número uno de la goma de mascar. Suele cantar en la ducha, y lo hace con todo el sentimiento del mundo aunque su familia desee que se ahogue allí adentro. Tiene un talento innato en el dibujo. Su pasatiempo favorito, acosar en secreto a Jeon Jungkook.

Cubrió su rostro con su libreta, cuando aquel chico de ojos grandes y brillantes se giró en su dirección.

-¡Hey, chicos! ¡Traigan esas cosas aquí! --Jungkook agitó su mano en alto para ser visto por sus compañeros.

Jeon Jungkook: A sólo una semana de cumplir los 18. Alto, con dientes de rata, pero hace suspirar a más de una señorita con cada sonrisa que da. Sus amigos lo molestan por el tamaño de su nariz, sin embargo más de uno envidia que el chico sea bueno en casi todo. Nadador por excelencia, incluso antes de aprender a caminar. Su mejor amigo es Kim Taehyung, pero por respeto a Lee Nabi, evitaremos hablar de este último personaje por el momento.

-¿Otra vez acosando a Jungkook? --La repentina aparición de su amigo hizo que saltara en su lugar del susto.

Park Jimin: La más fiel representación de un ángel en la tierra. Rostro bonito, mejillas apachurrables. Poseedor del más adorable eyes smile que hayas visto. Lo que más ama en la vida es bailar, sin embargo, mantiene en secreto aquel extraordinario talento.

-¿Quieres matarme de un infarto, Park Jimin? --Lo fulminó con la mirada, y el mencionado comenzó a reír.

-¿Te asustaste? ¿Por qué? ¿Acaso te atrapé haciendo algo malo, Lee Nabi? --Enarcó una de sus cejas y ella sintió aquel incómodo ardor en sus mejillas.

-Cla...claro que no. Yo sólo...sólo...intentaba estudiar. Sí, eso --Afirmó mostrándole su libreta. Jimin la hizo a un lado y se acercó a su rostro para mirarla fijamente.

-¿De verdad piensas que me voy a creer ese cuento? ¿Estudiando? ¿En un campamento? --Bufó una pequeña risa y regresó a su lugar dejándola volver a respirar con normalidad. Su mejor amigo a veces lograba ponerle los nervios de punta. Ni a su papá le tenía que dar tantas explicaciones.-- En lugar de dedicarte a mirarlo, como siempre, deberías relajarte y concentrarte en la hermosa naturaleza que te rodea.

Pues sí, pero la belleza de Jungkook le resultaba mucho más atractiva de contemplar.

-Y si tanto te gusta. --Continuó.-- ¿Por qué no te le declaras? --Los ojos de su pequeña amiga casi se salen de órbita al escuchar semejantes palabras.-- ¿Qué?

-¿Qué? ¡Cielos, lo dices como si fuese lo más fácil del mundo! ¡Es Jeon Jungkook! No sólo es atractivo y carismático, sino también uno de los mejores alumnos de la escuela, un gran deportista, y...

-¿Y? --Inquirió animándola a continuar.

-Está completamente fuera de mi alcance. --Concluyó sintiéndose fatal al recordar el porqué jamás podría imaginar estar al lado del chico de sus sueños.

-Nabi...--Jimin levantó su mentón delicadamente para que lo mirara.-- Nadie está fuera de tu alcance. Sólo tienes que arriesgarte. ¿Dónde está esa valiente niña que se me confesó con una paleta más grande que su cabeza? --La chica frente a él rodó los ojos pero al mismo tiempo una sonrisa se le escapó de los labios.

En aquel entonces tenía 6 años. Recordaba que hasta rompió al señor cerdito y gastó todos sus ahorros para comprarle esa enorme paleta de colores.

Y aunque Jimin disfrutó de la golosina, terminó rechazándola amablemente.

Sí, desde que era un infante había tenido ese complejo de príncipe azul. Siendo imposible tener algún tipo de sentimiento negativo hacia él, debido a que siempre usaba las palabras correctas y tenía aquella peculiar y coqueta sonrisa plasmada en su rostro.

Just One Hour [Taehyung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora