Cuatro

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Taehyung sacó una botella de agua del mini freezer que tenían en la habitación, luego caminó hasta la silla giratoria y se dejó caer.

Jungkook lo observó desde su cama, preguntándose cuantas veces más haría ese recorrido, siempre bebía agua como loco cada vez que estaba nervioso.

-El reloj se gastará si sigues mirándolo tanto. --Su amigo desvío la vista hacia la ventana al sentirse atrapado.-- Dijiste que le contaste tu situación, no creo que se niegue si se trata de un favor. Porque se lo pediste como uno ¿verdad?

-Bueno...--Kim apretó la botella entre sus dedos, haciéndola sonar.

-Espera... ¿Ni siquiera pudiste hacerlo tratándose de una situación como ésta? Oh Taehyung, supongo que estás en graves problemas.

-Aunque lo hubiese hecho, ella no habría cedido.

-¿Por qué estás tan seguro?

-¿Por qué? ¡Lee Nabi es la maldad hecha persona!

-Pues yo creo que es linda. --Confesó levantando ambas cejas.

-Oh por favor. --No pudo evitar rodar los ojos, Jungkook no podía hablar en su sano juicio.

-¡Lo digo en serio! Y hasta estoy casi seguro que en el fondo también piensas lo mismo. --Le dio una sonrisa sugerente y a Taehyung se le desencajo la mandíbula.

-¿Qué? ¡Claro que no! Ni aunque me lavaran el cerebro. Jamás lo creería.

-¿Debería contradecirte? Es que, sólo piénsalo, ¿cuántas veces más terminarán envueltos en un lío? Es cansado incluso para los que somos ajenos al asunto, sin embargo ustedes parecen disfrutarlo. Si desean pasar tanto tiempo juntos poniendo cualquier excusa de por medio, es porque se deben gustar mucho... o al menos a ti.

Su compañero de cuarto casi se atora con el sorbo de agua que acaba de tomar.

-¿De..de qué estás hablando? --Tosió un poco más y secó la comisura de sus labios, soltando un ligero quejido de dolor al topar su cicatriz.

-Negarlo sería en vano frente a tus reacciones.

-¡Nos detestamos desde que tengo memoria! Jamás podría gustarme alguien que odio.

-Ya sabes lo que dicen, del odio al amor...hay un sólo paso. --Canturreó. Taehyung sintió un escalofrío recorrelerle el cuerpo de sólo pensar en aquella posibilidad.

Jungkook rió como si le hubiesen contado un gran chiste, ante el gesto de disgusto que puso su amigo.

Algo le decía que esos dos eran el uno para el otro, y no iba a descansar hasta que Taehyung lo entendiera.

Bueno al menos alguien debía encargarse de detener a ese par antes que acabaran con la paciencia de la profesora o incluso de la escuela entera a causa de sus peleas.

El papel de cupido no le venía nada mal si era por una buena causa.

-Eres el menos indicado para predecirlo, cuando ni siquiera tienes idea de quién es la persona que está en su corazón.

-¿Qué? --Preguntó confundido al salir de sus cavilaciones.

-Olvídalo. Eres incluso más despistado que yo.

-¡Todos, fuera de sus habitaciones ahora! --Jungkook soltó un quejido de molestia al escuchar ese grito, sabía lo que se venía.

-El entrenador, otra vez.

-Si. ¿Cree que estamos en el cuartel o algo así? Todo es más sencillo cuando otro maestro está de guardia. --Jungkook asintió con un gesto de fastidio mientras se colocaba sus sandalias.

Just One Hour [Taehyung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora