For your Entertaiment → AdriNath

•07•

Hola bbs, lamento haberme tardado muuuuucho, pero he tenido ciertos bloqueos mentales, además de que en lugar de actualizar me la paso viendo estupideces en iutub y jugando al Fortnite alv.

Desde hacía varias horas que se mantenía sentado en esa silla al lado de la cama, mientras que Nathanäel estaba recostado en esta, aún sin despertar. Llevó ambas manos a su rostro, cubriéndolo a la par que sentía impotencia, las ganas de llorar se hicieron presentes nuevamente y no las abstuvo, sólo las dejó fluir.

No supo cuánto tiempo estuvo llorando, sentado en la silla o dando vueltas por la habitación, tan sólo pensaba que las horas iban tortuosamente lentas y que el pelirrojo no se había movido ¿Qué podía hacer? Quizás... Quizás debía llamar a alguien ¿Pero a quién? ¿A un doctor? ¿Y qué se supone que le diría? Sería muy sospechoso, así que tras  seguir con un par de vueltas más le llegó a la mente una persona que tal vez le podría ayudar.

—¿Hola? ¿Lila? Por favor... Ven rápido, es urgente.

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La castaña entró rápidamente a la habitación, con la respiración agitada y unas pequeñas gotas de sudor, su mirada almendra observó a Adrien, para después terminar clavada en la cama, donde se encontraba un inconsciente pelirrojo. Se acercó a este y trató de moverlo, pero era en vano, no respondía. El miedo y la desesperación se apoderaron de ella, dando fuertes pisadas hasta llegar al rubio, tomándolo por el cuello de la camisa bruscamente.

—¿Qué fue lo que le hiciste? — Preguntó de manera pausada y entrecortada, el más alto sólo bajó la mirada, un gesto que para ella fue la respuesta que temía.

La chica no aguantó más, la ira también invadió por completo su ser y sólo pudo desquitarlo abofeteando al contrario, no midió su fuerza ni tampoco le importó. Adrien no reaccionó, no hizo nada, sabía que se lo merecía, eso y muchas cosas más, tampoco tenía ganas de ver el rostro lloroso y furioso de Lila, así que sólo se limitó a aguantar el doloroso picor que comenzaba a nacer en su mejilla.

Lila se acercó a la cama, acariciando los cabellos pelirrojos de Nathanäel mientras que se lamentaba, ella sabía esto, la única que lo sabía y entonces ¿Por qué? ¿Por qué no pudo simplemente detener al rubio cuando tenía tiempo? Y ahora no podía hacer nada, tan sólo enfrentar las consecuencias.

Adrien salió de la habitación con la cabeza gacha, estaba igual de destrozado que la italiana, él no quería hacerle daño, tan sólo no pudo controlarse, no pudo controlar sus miedos ni sus impulsos y lo en lo único que se centraba era en que el pelirrojo despertara, ya después se sentiría más 'tranquilo'.

Por el resto de ese día, Lila se quedó cuidando a Nathanäel, no salía de la habitación, tan sólo para ir a la cocina por comida o agua, el rubio se quedó en la sala principal, sentado en el sillón, pensando que cuando aquél chico que tanto amaba despertara, se alejaría por completo de su vida.