2: Con la vista en Turquía.

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Rápidamente Connor Stone entra a la oficina de su socio Damien Hunter quien sorpresivamente lo ve y se levanta de su asiento yendo en dirección al hombre de ojo azul.

— ¡¿Qué estás haciendo aquí?! — Preguntó el hombre mayor viendo la sonrisa pícara en la cara del empresario.

— Te lo dije en el mensaje, vengo a que me cuentes todo. Y también quiero ver a Max. Así que donde está, porque sé perfectamente que ha estado viniendo a este edificio desde hace dos semanas.

— Max, no está aquí. Lo siento. — Dijo nervioso el presidente.

— ¿En dónde está? ¿Esta con William y Stephane? — Connor con Mirada filosa preguntaba pero Damien no iba a caer tan fácil como así.

— No te diré. Simplemente te diré que es cierto, estuvo aquí. Lo mandé a llamar porque estamos en temporada crítica y nuestra salvación es hacer una campaña mundial para Celebrity. Pero tú acabas hace poco menos de 2 meses de salir de alta con la psicóloga y del centro de rehabilitación, tú debes de estar descansando.

— Lo sé pero no entiendes, necesito ver a Max, necesito que me perdone. Por favor dime cual es la primera parada de ellos en el proyecto Celebrity. — Los ojos de Connor emitían piedad hacia su socio quien al verlo sintió pena por el hombre, sabia por todo lo que había pasado Connor desde de regresar de Santa Bárbara, los excesos, las noches de tristezas, de soledad, las malas decisiones que tuvo y las personas que daño con palabras y acciones, él también era uno de los afectados por el descontrol del empresario en ese entonces, pero desde un principio dio su palabra de estar firme ante los deseos de Connor más ahora.

— Lo siento, pero no puedo, es por tu bien. Además, te soy sincero... Maximilian no quiere verte. Así que por favor abandona esos deseos y mejor vete de vacaciones, descansa y cuando regreses lo más seguro es que te tenga buenas noticias.

Al hombre de ojos azules le dolió escuchar esas palabras, que Max no quiera verlo hacia que su corazón doliera por ser rechazado así. Su mirada se desvió a su celular en donde había la notificación de un mensaje de WhatsApp y vio rápidamente. Al ver dicho mensaje se dio cuenta que no era momento de rendirse y menos con la persona que hizo sentirlo por primera vez algo que jamás había sentido. Aquellos celos, aquel sentimiento de querer besar a alguien con desesperación. Una sola persona fue...

— Tienes razón, debería irme a tomar unas vacaciones. Tal vez un tour... — El hombre castaño dio media vuelta con un semblante de derrota pero de repente una sonrisa se muestra en su rostro mostrándosela a su socio mientras al mismo tiempo mostraba su celular. — Turquía sería un buen comienzo, je...

— ¡Connor! — El hombre de barba trato de detener a su socio pero fue imposible, el otro se había echado a correr a toda velocidad huyendo de sus manos. Rápidamente Damien corrió a su escritorio tratando de llamar a cualquiera de los hermanos Stone, o Trevor pero fue imposible todos marcaban fuera de servicio. — Mierda. — Gruño. — Me tengo que ir a Turquía inmediatamente.

Mientras Damien corría para dejar todo en orden y tomar el vuelo a Turquía en el avión que había salido temprano en esa mañana se encontraba Max, quien estaba nervioso, pero no era por la altura o por el vuelo si no que estaba en un asiento completamente incómodo.

— ¿Te sientes bien Max? Pareces... Pálido. — Dijo una voz algo grave, tocando la mejilla del chico.

— ¿Qué pasa renacuajo? ¿Te comió la lengua el ratón? — Dijo otra voz al poner uno de sus dedos en la boca del mismo chico.

— A... A... ¡Ustedes dos ya basta! — Dijo Max en un grito susurrado. Los jugueteos entre los hermanos a su lado lo estaban volviendo loco, llevaba horas en el vuelo y todavía faltaban horas para llegar a Estambul, pero desde que despegaron tanto William como Stephane no paraban de tocarlo y decirle cosas al oído. — Si no mal recuerdo, ustedes no se llevaban bien.

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