15: Cita en París (2da. Parte)

1K 118 23
                                    


Max y Connor estaban en una pequeña cita. Connor le había propuesto a Max volver a ser pareja, pero simplemente no pudo responderle. A pesar de que si sentía algo por el empresario, el joven no estaba seguro de que pudiera volver a una relación con Connor, tenía miedo de que volviera a salir herido de esa manera pero ver a Connor con esa mirada triste, doblegaba a Max.

— Es bella ¿No? — Preguntó el empresario.

— ¿Eh?

— La torre Eiffel. — Connor vio con una sonrisa divertida apuntando hacia la torre. Ambos estaban frente la torre de la ciudad, ambos caminaron hasta llegar ahí y se quedaron varios minutos viéndola con curiosidad.

— Oye acerca de lo... — Intento hablar Max acerca de lo que había ocurrido pero simplemente fue interrumpido.

— No te preocupes por eso, sé que fue imprevisto lo que te dije... Pero no tengo prisa, si necesitas pensarlo está bien. Comprendo. — Dijo con una sonrisa.

Si bien las cosas se volvieron un poco complicada en la noche, ya que lo sentimiento de Max se pusieron a prueba. Pero ¿Era necesario pensarlo? Para Max, sí. Ya que tenía en frente a William quien es un primer amor que nunca creyó que ocurriría algo después de años, además él ha sido muy bueno con él, se ha preocupado y la atracción con él siempre ha sido notable. ¿Simple atracción o algo más?

Con Connor había vivido algo que lo marco de una manera que jamás creyó que podría ocurrir, caer tan profundo por un mal de amores a tal grado de iniciar una nueva vida y un cambio de personalidad, así de grande ha sido la influencia y el amor que Max siente por Connor, pero volver con él, jamás se lo había planteado. En un principio Max creía que en su reencuentro con el empresario llegaría a odiarlo pero no fue así. En vez de eso, aquellos sentimientos volvieron a surgir.

— Lo arruiné. ¿No es así? — El empresario seguía mirando tristemente al chico.

— ¿Por qué preguntas eso? — Max desvió la mirada ante la influencia de Connor sobre él.

— Te quedaste callado por unos minutos, tal vez estés buscando una excusa para volver...

— ¡¿Qué?! ¡No, eso solo que...! Bueno, estoy pensando en todo esto. Tú y William, me tienen en una posición difícil, sea de paso pronto iremos a Japón, después Sudáfrica para seguir con México, tengo que lidiar con leyes y tipejos de gobiernos extranjeros tratando de no crear un problema entre países para que ustedes dos me salgan con esto. — Dijo Max suspirando al final.

— Me disculpo... No quería causarte problemas, solo querría arreglar las cosas contigo, no quise herirte o meterte en problemas como lo he hecho con todos estos dos años...

— ¿Qué...? — Max dudaba en preguntar pero si Connor quería regresar con él, Max debía de saber todo. — ¿Qué tanto hiciste para que te tuvieran que hacer el tratamiento de Penélope?

— Muchas cosas, cosas malas... — El hombre miró la torre y simplemente su rostro se tornó triste al recordar. — Me fui muy mal de Santa Barbará al tener la loca idea de que tú y Stephane tenían algo que ver, lo primero que hice fue gritar al llegar a mi hogar, tan fuerte porque durante todo el viaje de regreso me di cuenta que realmente me había enamorado de ti y de que por primera vez dolía mi corazón por algo así. Frustración, odio a mí mismo, coraje por no pelear... Muchas cosas se unieron en mi corazón que me hicieron perder la cordura y el control en mis acciones...

— Ahí fue cuando tu...

— Golpeé a Stephane, cuando me llegó la noticia de su regreso, no lo dudé, lo contacte y en su propio departamento lo golpeé tratando de desquitar un poco de todo lo que me estaba consumiendo, me hice a la idea de que él fue el responsable de arrebatarme tu amor y estaba tan equivocado... Después todos trataron de intervenir al darse cuenta de las borracheras y desplantes que hacía, pero no encontraba forma de sentirme mejor... Derrochaba dinero y me metía con cualquiera que se me ofreciera... No solo golpeé a Stephane, amigos, incluso llegué al punto de levantarle la voz a mi madre, lo cual es lo más sagrado para mí. No quería darme cuenta que estaba en un abismo, pero cada día recordaba tu rosto, tu sonrisa, aquellos momentos y me molestaba tanto por lo que te estuve a punto de hacerte. Tomarte a la fuerza y destruir todo de ti. No me lo perdoné y cada noche me atormentaba por dañar a la persona de la cual me enamoré.

7 Ciudades a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora