Capítulo 4: "Playa"

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Salí rápido del cuarto para llegar abajo y encontrarme con un Derek en cuero y con colo un traje de baño que se le señía al cuerpo como goma. La verdad es que no dejaba mucha imaginación y tenía un cuerpo de infarto. Lo peor de todo es que justo cuando termino admirar su torzo desnudo y llego a su cara, me doy cuenta de que él me esta mirando fijamente también. Con una sonrisa de superioridad en su rostro, al saber que lo estaba mirando, se acercó a mí y me susurró en el oído.

-Admirando la vista.- preguntó con una sonrisa de niño pequeño y mirandome, todavía, fijamente. Su aliento me hacía cosquillas y enviaba toneladas de corriente a todo mi cuerpo. Negúe con la cabeza alejándome.

Yo llevaba puesta una malla (muy chica para mi gusto) y un vestido corto, que denotaba mis curvas (que eran muy escasas) con unas ojotas, que me había comprado esta verano cuando me fui de viaje.

-No la verdad es que no. Pero eso mismo yo te debería de preguntar a tí no crees. ¿Qué andas mirando? ¿Tengo monos en la cara acaso?- me dedicó una de sus sonrisas de infarto y me volvió a mirar de arriba abajo descaramente.

-Es que no puedo creer la belleza que tengo frente a mis ojos.- eso fue un golpe sorpresa. Me puse inmediatamente colorada. Como iba a saber yo que no iba a negar que me estaba "admirando" y que me iba a decir que era hermosa.

 -Bueno nos vamos.- dijo Sarah apareciendo desde la cocina y cortandome antes de poder contestarle a Derek.

Con cara de fastidio Derek se montó en su moto y salió, mientras yo me iba en el auto de Sarah con ella.

-Nos vemos allá.- gritó Derek, pero antes de que le pudieramos decir nada, salió pitando hacia la playa.

-Vamonos que se nos hace tarde.- dicho esto Sarah arrancó el auto y salimos rumbo a la playa.

***************

Resultó que la playa a la que ibamos a ir quedaba al otro lado de la ciudad, y cuando estacionamos me encontré con un Derek rodeado de chicas con voz de pato (rubias para colmo).

-Creí  que no llegaban más.-dijo separandose de las rubias que lo seguían como periitos en busca de un hueso.

-Nos vamos a buscar a las chicas. Hablamos después.- dicho esto Sarah me arastró por toda la playa hasta detenernos al lado de unas chicas que tomaban sol y hablaban distrídamente.

-Hola chicas, ella es Bro.- dijo señalándome.- Bro, ellas son Julia - dijo señalandome a una pelinegra con ojos cafés.- y ella es Camille.- me señaló a la otra chica que era pelirroja con ojos verdes.

-Hola.- dijimos las tres al unísono, nos miramos a las caras y nos empezamos a reir como unas locas.

-Te puedo preguntar ¿de donde venís?- me dijo Camille con cara de querer saber más. Sarah y Julia tampoco se hicieron las desinteresadas. Las tres me miraban con caras espectantes.

-De Miami.- las tres me miraron como si les hubiera dicho que soy la propia muerte y que vengo a llevarmelas conmigo.

-¡¿Porqué te fuiste de allá, para venir acá?!- dijo Julia horrorizada.

-Es muy largo de contar, y no estoy de humor para eso.- dije esasperada. No es que especialmente no me gustara hablar de ese tema, es que me encabronaba mal y sabía que era capaz de terminar rompiendo algo o matando a alguien.- ¿Se los puedo contar en otro momento?- pregunté. Las tres asintieron y seguimos hablando como si nada.

-Hace calor.- dijo mas tarde Camille, abanicandose con la mano.

-La última en entrar al agua invita un licuado para todas.- Sarah no necesito ni que decir esto, ya que todas ya nos estabamos quedando en may y estabamos corriendo como locas al agua.

****************** P.D.V. Derek ************************ 

Te juro que ver a Brooke en maya es un jodido infierno. Fue lo mejor que me podría haber pasado en la vida. Tiene un hermoso físico, lástima que ella no se dé cuenta. Lo podría aprovechar un poco más con... ¿Qué carajo estoy pensando? Tú no eres así, Derek. Jodeeeeeeeeeerrr! Esta chica se me estaba metiendo bajo la piel y esto no me gusta nada.

Al fin, no sé cuanto tiempo me quedé mirando embobado a Brooke mientras esperaba a los chicos, hasta que sentí que alguien se colgaba de mi brazo y me traía de vuelta a la realidad. 

Era Lucía, la capitana de las porristas y la más popular del colegio. Al ser yo también el más popular, se suponía que debíamos estar juntos. Dije debía, porque a decir verdad no me la aguanto. No hace nada más que chillar y quejarce de todo, pero lo compensa con su físico. Igual lo nuestro nunca pasó a más de unos buenos polvos.

-Hola Derek.- me dijo Lucía sacandome de mis pensamientos con voz chillona. Había venido acompañada con su séquito de rubias: Clara, Tessa y Luna.- Te quería preguntar si vas a ir a la fiesta del sábado este viernes.

-Si voy a ir de eso no te quepa duda.- le respondí viendo directamente a una sirena con unos ojos azules que miraban lanzando dagas por los ojos a las rubias alrededor mío. Senti como su mirada me penetraba y sentí la irremediable necesidad de darle celos. Por lo que agarré a Lucía del mentón y estampé su boca contra la mía. Sentí un coro de Aww y de chillidos por parte del séquito de Lucía y como por arte de magia, dejé de sentir esa mirada penetrante en mi nuca.

Luego de un tiempo me separé, y al girarme me dí cuenta de que mi sirena ya no se encontraba por ningún lado.

Se había ido igual que como había venido. Por arte de magia.

lo que se sabe no siempre es cierto (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora