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-Señorita Yuuki, despiertese, se que es duro ser perfecta pero también tiene obligaciones. Usted es la hija del director de la academia y todos tenemos obligaciones y ser responsables.
 
Mi mejor amiga Sayori me vio y me miro con lástima - tiene que ser muy cansado verdad Yuuki.

-Si Sayori, sobretodo soportar el humor de Zero - nos marchamos y fuimos a comer el lunch y de pronto vi a Kaname entrar a la oficina del director.

-Director, Zero cada vez no puede controlarse, sus instintos de vampiro estan saliendo, tienen que estar en la nocturna, va a suceder una tragedia.

-Kaname, quisiera hacer lo posible pero es mi hijo, y se que puede encontrar una forma de controlar sus impulsos.

Zero cada vez tenía sus recaídas, sabía perfectamente que la bestia que llevaba adentró necesitaba sangre, y el siendo una familia de cazadores de no podía permitirse eso, una bestia  que necesita ese líquido rojo para vivir.

Me pregunté que es lo que hacía Kaname con mi papá, estaban los dos con un semblante serio, pero de pronto Kaname salió y vio como yo estaba escuchando su conversación pero no entendía de que hablaban.

Kaname me abrazó, mis mejillas se tiñeron de un rojo escarlata, me encanta sentir su pecho, me sentía tan segura, pero después me sentí mal por Zero, porque él estaba pasando por un mal momento, estaba decayendo y no sabía que hacer, y de pronto Kaname me dijo - Yuuki te sucede algo, te notó algo distinta - supe decirle que estaba bien y que no se preocupara...

Me quedé sentada a su lado en la una fuente, el agua corría de aquel ángel, algunos estudiantes miraban, pero algo les hacía mirar a otro lado, o mejor dicho alguien, y allí estaba Zero disparandoles flechas por sus ojos grises, y no lo dudó ningún segundo, y me lanzó una flecha, llenandome de tanta tristesa, como si me compartiera  esa tristeza tan grande, me sentí rota, y imaginé que triste se debe sentir al odiar a los seres que destruyeron su familia, más claro aquella mujer vampiro, que daño su hogar.

Kaname me miró - me dio un cálido beso en mi frente y me dijo que me esperaría más tarde y se marchó... En sus ojos vi una tristeza, y su piel tan pálida y reluciente que deseaba tocarla, de pequeña siempre lo hacía y me encantaba, amaba hacerlo...

Me tocó hacer la guardia de noche juntó a Zero, noté que estaba más sofocado que de costumbre, y le pregunté que sucedía, y como siempre me ignoraba...

- Zero debes confiar en mi, decirme que te pasa, intentó comprenderte, intentó sentir lo que tu sientes, sentir ese dolor tan grande que llevas en ti.

- ¿Qué quieres sentir Yuuki? Odio a los vampiros, y tú amasa un vampiro con todo tu ser, y siempre va a ser él.

-Pero no te sucede eso hay algo más, siento que me ocultas más cosas, algo te esta matando por dentro, permíteme ayudarte, a estar contigo.

-Nunca entendería lo que siento, el odio que tengo dentro de mi.

Estabamos afuera del salón de los chicos de la nocturna, y estaban recibiendo clases.

Ruka miraba al presidente, sentía tantos celos por Yuuki, pensaba quien era para Kaname ella, porque siempre estaba pendiente de ella, no dejaba que nadie la tocará y no solo ella todos los vampiros de clase noble pensaban lo mismo, porque era ella tan importante para Kaname.

Me quedé viéndole y recordé, cuando aquél día estaba desvastado, algo le había sucedido, tenía aquella niña en su habitación, me le acerqué y le pregunté que hacía ella ahí y el le miraba con una cara con una expresión que no podría explicar, un sentimiento se apoderó de mi, y le dije que le daba toda mi sangre, y él entró a mi habitación y lo hizo, beso mi cuello, y sus hermosos colmillos penetraron en mi cuello, me sentí tan feliz, por serle útil, por haberme tomado en cuenta, pero esa fue la primera y única vez que él me tomó en cuenta, cuando un vampiro como Kaname, un purasangre tomaba mi sangre para complacerle, y sentí una felicidad inigualable.

Solo sabía esto Akatsuki, sólo con el podía entenderme, y saber cuanto amaba a Kaname Kuran.

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